El negocio de las despedidas de soltero triunfa en Sevilla, ciudad que llega a recibir a más de 1.000 turistas por este motivo cada fin de semana. Sin embargo, esta actividad —normalmente ligada a los excesos— está generando descontento no solo entre la ciudadanía, sino también entre los propios trabajadores y empresarios del sector turístico, que temen que se esté dando una imagen contraria a la que se busca proyectar.

Tal y como recoge Diario de Sevilla, los cánticos, las conductas incívicas, las borracheras o las indumentarias indecorosas son algunos de los inconvenientes a los que tienen que hacer frente los sevillanos constantemente.

Uno de las primeras fases del descontrol se produce en los trenes, medio elegido por muchos de estos turistas para llegar a la ciudad andaluza. Los trabajadores de Renfe desvelan que viven situaciones incómodas que se repiten todos los fines de semana, provocando, en algunos casos, retrasos.

Manuel Cornax, presidente de la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia (AHS), también expresa su preocupación al respecto de aquellos que no respetan las normas y exige una intervención contundente por parte de las autoridades y de los operadores turísticos. “No hay que ser permisivos con estas conductas incívicas”, asevera

Por su parte, Antonio Luque, presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, esgrime que, si bien en la ciudad reciben a todos con los brazos abiertos, están “en contra de esas despedidas de solteros que se presentan borrachos y con una vestimenta inapropiada en nuestros locales”. Añade a ello José Manuel Lastra, presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes de Sevilla (Aevise) que el efecto de ello es “negativo para la imagen de la ciudad y también para la convivencia entre visitantes y vecinos”.