Las empresas de turismo deportivo se suman a las demandas de otros segmentos y se movilizan para obtener una reducción del IVA, del 21% al 10%. Otra de las reivindicaciones que realizan estas compañías es la de contar con un Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y una Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) propios.

Esta última demanda se debe a que las empresas de turismo activo no cuentan con un epígrafe propio, por lo que actualmente están registradas en los códigos de formación, deportes o espectáculos. Esto ha supuesto que muchas compañías se hayan quedado sin las ayudas específicas al sector turístico. “Todas las comunidades autónomas han hecho un esfuerzo por articular un Decreto de Turismo Activo con su correspondiente registro y codificación oficial, pero desde el Gobierno central no han armonizado la clasificación”, ha aseverado Óscar Santos, presidente de la Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo (Aneta).

Según recoge Bolsamanía, esta asociación está integrado por la Asociación Cántabra de Turismo Activo y Albergues (Acanta); Andalucía Ecoactiva; Extremadura Activa; Murcia Activa; la Asociación de Turismo Activo de Castilla y León (ATACyL); la Asociación de Turismo Activo y Albergues de Asturias (Ataya); CV Activa; la Asociación de Empresas de Turismo Activo Euskadi (Aktiba); la Asociación Española de Guías de Montaña (AEGM); la Asociación Empresarios Sierra de Guara; la Asociación de Guías de la Sierra de Guara (AGSG), la Asociación Prepyr y la Asociación Turismo Deportivo de Aragón.

Desde la Asociación Turismo Deportivo de Aragón, una de las últimas entidades en unirse, argumentan que el turismo activo se ha tornado "fundamental para el desarrollo económico y demográfico" de algunas zonas de lo que se conoce como la “España vaciada”. Solo en Aragón, este tipo de turismo genera más de 15.000 empleos y durante 2019 facturó 15 millones de euros.