Amós García, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV), no es partidario de la implantación del denominado como “pasaporte Covid” para el restablecimiento de los viajes, tanto a nivel europeo como global. "¿Me gusta la idea del pasaporte covid? No, no me gusta", recalcó.

En una entrevista a EFE, destacó que si bien sí apoya que la vacunación se registre en el historial clínico del paciente, pero no cree conveniente que se exija para permitir los desplazamientos o participar en ciertas actividades, ya que, a su juicio, esto incrementa “la brecha social”.

Dicha brecha se daría entre los adultos y los adolescentes y niños, que no están incluidos en el programa de vacunación, y entre los países ricos y los pobres, que actualmente tienen problemas para adquirir dosis de la vacuna.

García recuerda también que aún no se ha conseguido dilucidar si la vacuna protege de la infección.

Los presidentes autonómicos de Baleares y Canarias, a favor

La postura del presidente de la AEV contrasta con la postura que está defendiendo España en la Unión Europea (UE) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En este sentido, los gobiernos autonómicos de Baleares y Canarias, dos de los territorios cuya economía depende más del sector vacacional, han reclamado que se aplique dicho pasaporte lo antes posible. "Queremos ser el primer destino donde se autorice", llegó a asegurar Iago Negueruela, conseller de Turismo balear. De igual manera, el pasado viernes, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, ha apoyado la implantación del pasaporte para poder reactivar el turismo en verano “con todas las garantías sanitarias”.

Por su parte, desde el País Vasco abogan por “un certificado con fines exclusivamente sanitarios y no turísticos”.