La semana de Lufthansa se podría definir como de auténtico horror. A los problemas técnicos que afectaron a su operativa en Frankfurt el miércoles y a las cancelaciones forzadas por la huelga de este viernes se suma otra fatalidad más: la compañía se verá obligada a cancelar más de 34.000 vuelos para el verano.

Tal y como ha revelado Wirtschaftswoche, esto supone eliminar una 10% de su programa de vuelos estival —del 26 de marzo al 29 de octubre de 2023— desde Frankfurt y Múnich. La intención es reducir los vuelos en las rutas en las que se ofrecen varias frecuencias diarias.

"Lufthansa ha ajustado el horario de vuelos de verano", admitió un portavoz de la compañía, pero no quiso confirmar la cifra de 34.000 cancelaciones, que podría ser aún mayor en caso de que también sufran recortes sus filiales Eurowings, Brussels Airlines o SWISS.

Si bien no han explicado las causas específicas, han destacado que quieren evitar que se repita la situación del verano pasado, cuando la saturación de los aeropuertos aguó las vacaciones de muchos europeos. “La industria sigue sufriendo cuellos de botella y escasez de personal, especialmente en Europa”, han subrayado haciendo referencia a aeropuertos, servicios de asistencia en tierra, control de tráfico aéreo y aerolíneas. Sostienen, por tanto, que con estas cancelaciones reducen la carga de trabajo y dan “mayor estabilidad a todo el sistema”.