La cadena hotelera británica Travelodge, con presencia en Reino Unido, Irlanda y España, ha anunciado su intención de declararse insolvente, a través de un Acuerdo Voluntario de Empresa (CVA, por sus siglas en inglés), debido a las pérdidas de 350 millones de libras que le ha ocasionado la crisis del COVID-19. Con esta acción, la hotelera busca salvar 10.000 puestos de trabajo.

El CVA es un proceso que permite pagar a los acreedores durante un período de tiempo determinado y que la compañía en cuestión continúe con su actividad. Los acreedores decidirán el próximo 19 de junio si le dan el visto bueno al CVA, de no hacerlo, la hotelera podría enfrentarse a un proceso de liquidación voluntaria.

Travelodge, que es la mayor marca británica de hoteles independientes, cuenta con 560 establecimientos en Reino Unido e Irlanda y cinco en España (2 en Madrid y Barcelona y uno en Valencia). Los alojamientos de la compañía llevan cerrados desde el 24 de marzo por la pandemia y no se espera que reabran hasta el 4 de julio. 

Reducción del coste de alquileres

Según ha informado TravelMole, para continuar con su actividad, la cadena ha propuesto a los propietarios de los establecimientos reducir un 38% el coste de los alquileres hasta diciembre de 2021. Después de esta fecha, se compromete a pagar el 100% de los arrendamientos. 

Para convencer a los arrendadores, Travelodge les ha ofrecido una participación del 50% de cualquier ganancia superior a los 200 millones de libras, en los próximos tres años. 

Inyección de capital

Por su parte, los accionistas de la hotelera, entre los que figuran las empresas de inversión Goldman Sachs, Avenue Capital y GoldenTree, se han comprometido a inyectar hasta 40 millones de libras de nuevo capital en la compañía, así como a recaudar 100 millones de libras de nueva deuda bajo el marco de un plan de recuperación.