La Asociación Europea de Agencias de Viajes y Operadores Turísticos (Ectaa) ha denunciado a la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), ante la Autoridad Europea de Competencia, por abusar de su posición dominante, atentando contra las normas de la competencia.

Según ha informado Le Quotidien du Turisme, Ectaa ha recalcado que la relación entre las agencias de viajes y las compañías aéreas han evolucionado notablemente. Así, las aerolíneas “compiten” directamente con las agencias de viajes para la distribución de billetes de avión, quedando al margen los sistemas tradicionales de remuneración basados en comisiones.

En esta línea, ha recriminado que las líneas aéreas imponen restricciones contractuales “muy estrictas, unilaterales y desproporcionadas” a las agencias, para la distribución de billetes. Especialmente, bajo el marco del Programa de la Agencia de Pasajeros (PAP) de IATA.

Ectaa ha apuntado que el PAP se basa en los principios tradicionales de la relación entre agente e intermediario, así como que el contrato de agencia de ventas que todos los agentes acreditados en IATA deben firmar fue redactado hace 40 años, por lo que ya “no refleja la realidad económica”.

A este respecto, la asociación europea ha asegurado que siempre ha intentado “igualar las condiciones de competencia entre todos los canales de distribución, para proteger los intereses de los consumidores y empresas”, pero su empeño por modernizar el PAP ha sido en vano.

En este sentido, ha insistido en que se ha localizado una serie de irregularidades en el PAP, que afecta a la competencia en el mercado de distribución de billetes de avión. Una cuestión que, de acuerdo con Ectaa, debe entenderse como una muestra de que el PAP representa "un sistema dominante que limita la competencia”.

De esta manera, destaca que el PAP tiene un impacto directo y costoso en las prácticas comerciales, en la financiación y distribución indirecta de las agencias de viajes, debido a que no participan en las decisiones. Y es que, el órgano de gobierno del PAP está integrado “exclusivamente” por compañías aéreas, que deciden “unilateralmente” las normas aplicables en el programa.