El Gobierno ha planteado, en plena crisis del transporte aéreo, aprobar un impuesto a los billetes de avión, según consta en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia remitido a la Comisión Europea la pasada semana.

Según destaca La Información, este impuesto pretende desincentivar la movilidad en avión para apostar por otros medios más sostenibles. Por el momento, Hacienda no ha concretado a Bruselas una fecha exacta de aplicación de la tasa ecológica, no obstante, el planteamiento es que sea a partir de 2022.

"El objetivo de este gravamen es el fomento del uso de medios de transporte más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente, así como el incentivo a la exploración de nuevas tecnologías y carburantes menos contaminantes", ha explicado el Gobierno español a Bruselas en el citado Plan que dará acceso a los 140.000 millones de los fondos europeos.

Por su parte, la patronal ALA (Asociación de Líneas Aéreas) considera que es necesario impulsar otras medidas antes que crear un impuesto de este tipo. Apuestan, esencialmente, “por una renovación de flotas para convertir a los aparatos en más eficientes y con un menor impacto medioambiental”.
 


Una medida aplazada

La iniciativa no es nueva. Este impuesto ya se había anunciado en febrero del año pasado, semanas antes de que estallara la pandemia del coronavirus. Posteriormente, en agosto, el Gobierno decidió paralizarla. Ahora, Moncloa anuncia esta tasa ecológica, en plena recuperación del turismo, como medida para frenar la contaminación aérea.

De acuerdo a un informe de la Fundación Alternativas de octubre de 2019, los pasajeros se verían afectados con un encarecimiento del precio en los billetes:

  • En el caso de los vuelos de corta distancia, supondría un coste adicional de 4,47 euros.
  • En los vuelos de media distancia, el coste adicional sería de 23,32 euros.
  • Y en el caso de los vuelos de larga distancia, el gravamen podría ascender hasta los 41,99 euros.

 Se calcula que se podrían recaudar 1.300 millones de euros al año.