Las Islas Baleares, Cerdeña (Italia) y Córcega (Francia) acordaron ayer crear un frente común para que la Unión Europea reconozca su insularidad y, por tanto, les permita establecer una fiscalidad específica para sus territorios, como ocurre con otros archipiélagos europeos como Canarias o Azores. Esta decisión se ha tomado durante la celebración de la cumbre "La insularidad en el Mediterráneo occidental", en la que ha participado la presidenta de Baleares, Francina Armengol y en la que se ha determinado presentar estas solicitudes ante la Unión Europea y el Comité de las Regiones. La fiscalidad diferentes, además de permitir que las empresas locales puedan competir en igualdad a las continentales, supondría un incentivo para el gasto turístico y para la llegada de nuevos visitantes que podrían beneficiarse de una impuestos inferiores. Francesco Pigliaru, presidente de Cerdeña ha destacado especialmente "el gran potencial" de las tres islas a nivel turístico, cultural y de productos, y en la necesidad de tener "una voz propia" y un papel fuerte ante Europa.