La búsqueda de un tesoro pirata está destrozando un diamante en bruto del patrimonio histórico de Canarias: la casa del corsario Amaro Pargo en el barrio de Machado, ubicada en el municipio de El Rosario, en la isla de Tenerife.
Según denuncian Beatriz García Puertas y Ángel Adán Peñalosa en un artículo publicado en Planeta Canario, el inmueble, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y de propiedad privada, ha sido esquilmado por los buscadores de tesoros armados con detectores de metales, que quieren encontrar entre los muros un supuesto tesoro legendario dejado por el corsario nacido en 1678 y fallecido en 1747, en La Laguna.
"Ya es hora de que se dejen de venir a este lugar personas que, en su ignorancia, buscan un tesoro que no existe, escarbando y destruyendo esta magnífica hacienda histórica", asevera Peñalosa. Si bien la leyenda habla de plata, oro, perlas, piedras preciosas, porcelana, etc.; la riqueza de Amaro Pargo se medía en 900 fanegadas, 60 casas y los barcos con los que comerció con México, Venezuela, Cuba y el Mediterráneo.
Este matrimonio de profesores de arquitectura técnica jubilados, defienden el auténtico tesoro es la hacienda de la que hay registros desde 1642 y que permanece en ruinas desde que falleció su último habitante en 1975. Lamentan que la que fue casa de un personaje histórico "se esté perdiendo" y hacen un llamamiento a los propietarios y las administraciones públicas para evitar que la casa siga siendo saquedada e incluso recuperarla.