El pasado lunes, empresarios y trabajadores de compañías de transporte, restaurantes y hoteles de Taiwán convocaron una protesta frente al Palacio Presidencial para solicitar ayudas frente a la caída del turismo chino que ha registrado el país. La industria turística alerta del peligro de bancarrota debido al retroceso de su principal fuente de visitantes que se ha producido en consecuencia de los cambios políticos de los últimos meses en Taiwán. Un ejemplo es la montaña Alishan cuyo número de visitas de chinos descendió un 80% en agosto respecto al mismo mes del año anterior. Las visitas, que el pasado año llegaron a los cuatro millones de turistas, han bajado hasta un 30%. El Consejo de Ministros taiwanés aprobó la semana pasada préstamos por valor de 950 millones de dólares estadounidenses para el sector turístico, pero los pequeños propietarios no saben si podrán beneficiarse de la medida 23 de agosto: El gobierno chino utiliza el turismo como medida de presión contra Taiwán