Dos hombres, visiblemente miembros de la banda Ángeles del Infierno (Hell’s Angels), entran en un bar mallorquín, hablan con el propietario y le exigen 10.000 euros. El hostelero se resiste a la extorsión y se niega a pagar. Los extorsionadores se ponen violentos y, no solo producen daños en el local, sino que le pegan una paliza que le obliga a acudir inmediatamente al hospital. Los miembros de los Ángeles del Infierno fueron detenidos, sin embargo, poco después, fueron puestos en libertad sin más consecuencias que una orden de alejamiento.
Esta escena cada vez es más frecuente en el principal destino turístico mallorquín, Playa de Palma. Así lo ha reconocido el propio alcalde de la ciudad, Jaime Martínez, al ser preguntado por la detención de los protagonistas de la historia anterior. Habitantes y empresarios de la zona denuncian que cada día se percibe mayor inseguridad y hasta los turistas lo saben: “Los Hell’s Angels quieren dominar toda la zona”, afirma a Majorca Daily Bulletin Joseph, un visitante germano.
Es por ello que el edil de Palma ya ha advertido de que las multas serán más severas cuando entre en vigor la nueva ordenanza cívica. No obstante, para eso faltan todavía “un par de meses”. Asimismo, Martínez asegura que ya ha hablado con la Delegación del Gobierno en Baleares para un aumento “significativo” de refuerzos de la Policía Nacional.