La renovación de una porción de más de 700 años de antigüedad de la Gran Muralla de China con cemento gris ha provocado la indignación entre la población local que mostró su indignación por la desfiguración del monumento a través de Internet. En concreto, el tramo que ha desatado la polémica es el de Xiaohekou, de unos ocho kilómetros de largo y situado en la provincia de Liaoning (nordeste), construido en 1381 bajo la dinastía Ming. Esta parte del monumento estaba considerada como una de las más bellas de la conocida como Gran Muralla ‘salvaje’, es decir, la compuesta por partes derruidas y no restauradas. Pero no sólo los internautas se han quejado, Ding Hui, subdirector del departamento de Cultura de la provincia de Liaoning, declaró que la restauración ha tenido un resultado “realmente muy feo”. Las obras de renovación se llevaron a cabo entre 2012 y 2014, aunque ha sido ahora cuando las quejas han alcanzado difusión nacional