Dada la gran repercusión del Mundial FIFA Rusia 2018, la organización del evento ha invertido también recursos para enseñar a los trabajadores de empresas como el Metro de Moscú o los Ferrocarriles rusos a ser más amables y serviciales con los turistas.

Según informa El Confidencial, los empleados de estas compañías han asistido a clases donde profesionales de la psicología les han enseñado a suavizar la imagen que ofrecen a los turistas para no parecer antipáticos. En estas clases aprenden cómo sonreír y a cambiar la actitud, puesto que un gesto serio puede dar la imagen de que los rusos no son un colectivo muy afable.

Algunos medios apuntan que los propios rusos afirman que el gesto serio es tan habitual que sonreír por la calle puede levantar sospechas y llamar la atención de los cuerpos de seguridad.