El restaurante Charlotte's Legendary Lobster Pound, ubicado en el pueblo de Southwest Harbor (Maine, Estados Unidos) ha ideado una técnica para que las langostas no sufran al ser cocidas estando vivas: sedarlas con marihuana.

Según ha informado Insider, este método consiste en añadir la marihuana al agua donde el animal será cocido, de tal forma que el humo de esta sustancia lo seda, provocando que sienta mucho menos dolor mientras se cocina. El restaurante asegura que ha perfeccionado la técnica para que no queden residuos de cannabis en la comida.

La propietaria del establecimiento, Charlotte Gill, manifestó que esta técnica es mucho más “humana” que las que se utilizan en otros locales donde está prohibido hervir a la langosta viva, donde se opta por electrocutar o apuñalar el cerebro del animal para matarlo antes de ser cocinado. “Ambas opciones son horribles, si vamos a tomar una vida, tenemos la opción de hacerlo lo más humanamente posible”, aseveró.

De hecho, el Gobierno suizo prohibió el pasado julio cocinar langostas vivas en agua hirviendo, así como su conservación sobre hielo o agua helada, debido a que el sistema nervioso del animal es lo suficientemente complejo como para que sienta dolor. En Italia, a su vez, no se permite conservar a estos animales en hielo, pero sí su cocinado estando vivas, ya que es una "práctica social habitual".