La práctica culinaria común de cocinar langostas vivas en agua hirviendo ha sido prohibida por el gobierno suizo, después de que activistas por los derechos de los animales y algunos científicos argumentaran que el sistema nervioso de este animal es lo suficientemente complejo como para que sientan dolor.

Según ha publicado Insider, la nueva ley suiza plantea que los decápodos “tendrán que ser aturdidos antes de ser sacrificados para el consumo”. “Los crustáceos vivos, incluida la langosta, no podrán ser transportados sobre hielo o agua helada. Las especies acuáticas deberán mantenerse en su entorno natural”, apunta la regulación enmarcada en una revisión de la legislación en materia de protección animal.

Suiza se encuentra enfrascada en acabar con las granjas ilegales de cachorros perros, así como prohibir los dispositivos automáticos que castigan físicamente por ladrar. La legislación pretende aclarar las condiciones en que deben ser sacrificados animales enfermos o heridos, y responsabilizar a los organizadores de eventos públicos del bienestar de los animales.