Las copiosas precipitaciones registradas en esta última semana en el norte de la provincia de Huesca han jugado una mala pasada a los guardas del refugio de Góriz, que el pasado sábado amaneció con las ventanas y puertas de la planta baja bloqueadas por la nieve.
Las dos personas encargadas de este refugio, ubicado en el Parque de Ordesa (2.200 metros), consiguieron al día siguiente gracias al sol y del uso de palas, poder abrir las salidas al exterior.
Según ha relatado el guarda Luis Muñoz a Heraldo, se trata de algo que "no es habitual y resulta curioso", y es que en esa zona se acumularon hasta 2,5 metros de nieve, un metro por encima de lo normal.
El Refugio de Góriz sirve de base para la ascensión al Monte Perdido por varias de sus rutas, así como a otras cumbres y lugares destacados de los Pirineos como el Cilindro, Soum de Ramond, Marboré, Casco, Taillón, Brecha de Rolando, Gruta helada de Casteret, etc. Es por ello que es una zona muy frecuentada por montañistas. No obstante, en este caso solo se vieron afectados los responsables del emplazamiento, ya que las vías de acceso estaban cortadas.