Aunque estemos capeando una época de crisis originada por el Covid-19, cuando se analiza la oferta en España en hostelería, la globalización y el mestizaje están tomando relevancia.

Cada vez son más los empresarios no nacidos en España, o hijos de estos, los que también se arriesgan a emprender en empresas de hostelería, ofreciendo productos arraigados en sus culturas gastronómicas o fusionando con ellas

Esta circunstancia, unida a que la mayoría de consumidores somos curiosos por naturaleza, grandes exploradores y aventureros a la hora de probar o conocer nuevas propuestas, hacen que aumente con muy alta progresión la popularidad, fusión y la globalización a nivel ofertas gastronómicas.

Esto se traduce en que dichas propuestas (las fusiones) están en auge, generan interés y, por lo tanto, se convierten en "cebos" atractivos para los clientes, lo que implica más flujo de los mismos, más proyección y más ventas. 

The Best Sushi South of the Mason Dixon Line Grits, Cheddar Cheese, Catfish and Okra

Fusión estadounidense del shushi japonés con queso cheddar | Mickeycomix 

Pero es relevante la necesidad de difundir y conocer otras gastronomías y bebidas, su fusión (o no) entre dos o más países (¡Ojo! También es muy interesante las fusiones de gastronomía entre regiones). Fusionar no solo significa mezclar dos tipos de gastronomía de distintos países/culturas y crear una fusión entre ambas.

Lo que realmente funciona y no se hace, es promocionar esa gastronomía típica de ese país para que la consuman clientes de otros países y viceversa.

Como ejemplos que sí han logrado la atención global a la hora de difundir gastronomía y promocionar ofertas en nuestra empresa, podríamos mencionar las pizzas, que no solo las consumen los italianos, o las paellas valencianas, que gozan también de una gran aceptación a nivel internacional.

Entonces sí, a partir de ahí se puede generar una fusión gastronómica que funcione y tenga aceptación.

Pero repito, lo primordial para un hostelero que realice su actividad empresarial en España y que base toda o gran parte de su oferta en gastronomía de otros países, sería captar clientes españoles, incluso si la empresa estuviera ubicada en una zona turística, los clientes lo que desean es probar comida autóctona de la zona o país, son pocos los que optan en esas circunstancias indagar en otros tipos de cocinas.

Por el contrario cuando por estacionalidad o cualquier otra circunstancia, los clientes son vecinos de la zona, lo que será más atractivo, será lo novedoso y, entonces sí, será propicia una oferta de otros lugares. Esa es la manera de fomentar el consumo en su empresa.

Globalización y fusión en hostelería

Langostinos con calabaza

Lo primero que hay que promocionar y ofertar son aquellos productos que ya tienen una cuota de mercado y sobre ellos implementar la oferta con las novedades que consideremos. Pero es primordial, para conseguir clientes, ofertar lo que tiene más garantías de resultados positivos y si se pretende rentabilidad dejar los idealismos de lado.

Para reflexionar podríamos pensar en dos ejemplos:

  • Los empresarios paraguayos y su sopa paraguaya.
  • Los empresarios peruanos y sus ceviches.

Ambos necesitan aprender a promocionar, no sus productos, sino la venta y servicio de sus productos a clientes españoles, ya que cuando se acude a la mayoría de sus negocios es común ver que la mayoría de sus clientes son originarios de sus países y pocos españoles, con lo que se demuestra que no se logra fomentar ni dinamizar su consumo a nivel global, sino que solo se logra parcialmente y con un bajo porcentaje.

Ceviche

Ceviche

Esto no son tornillos y se deben aplicar soluciones individuales a problemas específicos y particulares de cada empresa. Estos párrafos pretenden ayudar a entender que las propuestas que se ofertan deben de estar planificadas y argumentadas para lograr una cuota de venta interesante.

Así se conseguiría que, de igual manera que en un restaurante italiano o japonés ubicado en cualquier parte del territorio español sus clientes no son personas de esa nacionalidad, que un restaurante peruano (o paraguayo, mexicano, ecuatoriano, venezolano, etc.) lograra que sus clientes no fueran la mayoría originarios de esos países sino que fueran más variados, más globales, menos sectoriales y de su único circulo. Y, con ello, más ventas y rentabilidad.

Lograrían clientes/público del entorno que les rodea, evitando parecer asociaciones cerradas en lugar de negocios que, como tal, deberían comercializar al máximo sus productos o servicios y no centrar su oferta tan solo en sus delicias gastronómicas.

 

*Luis Martínez Moreno es analista, consultor, asesor-docente de Hostelería.