La ministra de Turismo ha declarado que recibiremos este año unos 40 millones de visitas de turistas extranjeros, algo menos de la mitad que en el año de referencia: el 2019. Las compañías aéreas han planificado así sus vuelos, al igual que los hoteles y otros alojamientos que empiezan a abrir ordenadamente. Sin embargo, lo importante no es el número, sino el gasto de los turistas, tanto nacionales como extranjeros.

Los primeros meses del año han sido peores que lo previsto, por lo que el sector necesita un buen y largo verano.

Todo depende del comportamiento de nuestros grandes mercados emisores. El más importante es el nacional, con un 45% en el número de turistas que se desplazan de un lugar a otro dentro de nuestra geografía y que supone algo más de un tercio en el gasto. Al reducirse los viajes al extranjero, lo previsible es que los beneficiados sean los propios destinos españoles. La suspensión del estado de alarma supondrá una mayor circulación entre comunidades autónomas, que dependerá del ritmo de vacunación y del nivel de contagiados, aunque ya podemos prever que el gasto superará el 50% del realizado en el 2019.

El mercado británico está deseoso de salir este verano. Las compañías aéreas y los touroperadores creen que podrán hacerlo debido al buen ritmo de vacunación. A partir del 17 de mayo, el Gobierno de Boris Johnson pondrá en marcha un sistema de semáforo por el cual los destinos que tengan luz verde podrán evitar cuarentenas al regreso, mientras que los que estén en ámbar y en rojo tendrán restricciones adecuadas a cada situación. De momento, Baleares y Canarias estarían en verde, si el Gobierno británico acepta un trato diferenciado con la península.
 

 Foto: Boris Johnson- Reuters vía El Confidencial

El Gobierno de Boris Johnson pondrá en marcha un sistema de semáforo por el cual los destinos que tengan luz verde podrán evitar cuarentenas al regreso | Reuters vía El Confidencial

Más compleja es la situación en Alemania, con un alto nivel de infectados, un ritmo de vacunación mucho más lento y cierta inestabilidad política con elecciones el 26 de septiembre. Tanto la canciller Merkel como el ministro de Sanidad Jens Spahn se muestran contrarios a los viajes al extranjero, pero los turistas que han regresado de Baleares aseguran que se encuentran allí mucho más seguros que en su país. La Semana Santa en Mallorca ha sido un éxito en comparación con el fallido intento de junio del año pasado. Va a ser difícil llegar a la mitad de las cifras del 2019, pero el gasto por persona será superior al aumentar la duración de la estancia.

Francia e Italia son mercados con una fuerte tendencia a pasar las vacaciones en su propio país. Ambos siguen con limitaciones de movilidad, pero es difícil que un buen número de franceses renuncien a unos días en la Costa Brava o de italianos a las aguas transparentes de Formentera, por simplificar. Están acostumbrados a decidir a última hora y así lo harán este año.

El resto de los mercados europeos –de los no europeos y de los cruceros hay que olvidarse– realizan aportaciones menores, pero importantes. En general, las reservas para el verano están en línea con las previsiones, aunque algunos gobiernos como el sueco siguen recomendando no viajar fuera de su país este verano.


 

Del total de cerca de 84 millones de viajes turísticos de extranjeros a España en 2019, unos 70 correspondieron a los europeos, realizados por algo más de 50 millones de personas, muchos de los cuales realizaron más de un viaje a lo largo del año. Como lo previsible es que durante lo que falta del 2021 se efectúen menos viajes, pero con estancias de mayor duración, es muy difícil llegar a esos 40 millones anunciados.

Sin embargo, la aportación del turismo al PIB crecerá notablemente. En 2019 represento un 12,4 %, pero se desplomó hasta aproximadamente un 5% durante el pasado año. Lo previsible es que el gasto turístico total en España llegue a ser entre el 7% y 8% del PIB para el conjunto del año, con un crecimiento tanto relativo como absoluto muy superior al del conjunto de la economía. La tendencia se aceleraría en el 2022.

Los datos negativos se centran en las dificultades de los cruceros para operar este verano, la no recuperación de los viajes de negocios, que frecuentemente realizan más de un viaje al año, el aumento del coste del petróleo, el escaso número de llegadas de larga distancia y las dificultades económicas de muchas familias. En el lado positivo figuran el incremento del ahorro, la demanda contenida, y el alargamiento de la temporada.
 

Los datos negativos se centran en las dificultades de los cruceros para operar este verano

Los datos negativos se centran en las dificultades de los cruceros para operar este verano

Los pasaportes de vacunación, ahora llamados certificados verdes, tendrán poca incidencia en el número de llegadas pues en España ya se admiten certificados emitidos en los países europeos.

Durante el tercer trimestre, el PIB turístico será la mitad que en igual periodo del 2019 –según Exceltur– y durante el resto del año se compensará la fuerte caída de comienzos de año.

Este año no llegaremos a los 40 millones de “turistas”, pero el gasto total será de más de la mitad que el del 2019.

 

*Ignacio Vasallo es director de Relaciones Internacionales de la Federación de Periodistas y Escritores de Turismo (FEPET).