El público necesita experiencias que estén más cerca de la excelencia, y eso obliga a los empresarios a una constante búsqueda de estrategias e innovaciones que afiancen y mejoren sus ventas.

Los empresarios son conscientes que en esa búsqueda tiene que incidir en dos grandes grupos de estrategias.

  • Las estrategias de optimización de Atención al Cliente y Servicio.
  • Y las estrategias de mejora de sus ofertas, tanto los servicios que ofrecen,  como los productos.

La gastronomía, los alimentos,  con todos sus matices, son los productos más significativos y que nos permiten modificar y lograr la excelencia que desean los clientes.
 

La gastronomía puede lograr la excelencia que desean los clientesFoto Mumumío (CC BY 2.0)

La gastronomía puede lograr la excelencia que desean los clientes | Foto: Mumumío (CC BY 2.0)

Aromas y Sabores

La cocina es historia, es cultura, es economía, es administrar, aprovechamiento, geografía,  conocimiento, es por supuesto mucho más que cubrir una necesidad básica en el ser humano, es algo más que comer. Es resumiendo, experiencias.

Y dentro de las experiencias, la serendipia (*) gastronómica es un placer inigualable.

*Serendipia: Circunstancia de encontrar por casualidad algo que no se buscaba.
 
Serendipia gastronómica (1)

Serendipia gastronómica

¿Quién no ha experimentado en alguna bendita ocasión encontrar un recuerdo de nuestra infancia, de nuestro pasado, de nuestra niñez, o  juventud ligado con la gastronomía?

Un sabor, un olor, incluso una presentación culinaria, un nombre, o una forma de nombrar.
Cuando algo así vuelve a aparecer en nuestra vida, nos evoca a tiempos pasados en los que eran nuestro deleite.

Ese recuerdo y sensación de placer hace que nuestras papilas gustativas sin pretenderlo vuelvan a gozar más de lo normal. 
 

Tiramisú, postre típico que podría traer recuerdos de la infancia

Tiramisú, postre típico que podría traer recuerdos de la infancia

Seguramente que si como cliente encuentras un recuerdo gastronómico inesperado, ya sea un postre, una entrada o un contundente segundo plato, no dudará en volver a dicho lugar y trasmitir a todo su entorno lo encontrado para que también ellos puedan disfrutar de tan dichoso placer.

Recurrir a este tipo de ofertas, a los Recuerdos Encontrados para "engatusar" -y con razón- a los clientes es una buena idea, no hace falta volverse muy creativo e innovar, basta con indagar y recordar aquellos productos que eran top en ventas hace algunos años y repetir esas ofertas será incidir en el éxito comercial.

Desde almuerzos hasta postres, las ofertas de cuchara, o presentaciones culinarias en rellenos, todo, si era en su momento un placer, volverá a serlo.

 

 

Las modas siempre retornan y en la gastronomía también. Una prueba ineludible son las sonrisas que provocan en nuestros rostros los sabores de los alimentos clásicos que se mantienen imperturbablemente sin admitir fácilmente innovaciones sobre ellos:

  • Los platos de cuchara, que son un buen ejemplo de que además de seguir manteniendo su atractivo son, a nivel económico, bastante rentables.
  • Los platos de verano como las ensaladas ya sean vegetales, de pasta o arroz.
  • Postres de aquellos: Tarta al whisky, Tocino de cielo, "La siempre viva" tarta de queso. Yo quedo prendado cuando vuelve a mi paladar sensaciones idénticas a aquellas natas que sabían a nata con un % de grasa elevado, y por supuesto emplatadas con manga pastelera, y nada de enchufladas de aire o por spray de nata, o sifones. Esas notas tan gustosas y reconocibles que acompañaban frutas, flanes y más...
  • ¿Y a quién no le agradan los vegetales rellenos? Unos tomates, berenjenas, pimientos o pencas de acelgas...
  • Sin desmerecer platos de la cocina internacional hay que recodar, mencionar y volver a potenciar las delicias de cada zona española, esas que apenas se recuerdan y apenas se ven ya por las cartas de nuestros restaurantes: Las migas o el pisto manchego, las Morcillas de burgos, la chistorra navarra, la fabada asturiana, los callos de Madrid.
  • Clásicos de carne como las chuletitas de cordero lechal, unos riñones, los asados, las impresionantes albóndigas de ternera.
  • Y los clásicos del mar: Merluza a la romana, lubina a la sal, bacalao a la vizcaína o al pil pil y, por supuesto, las indiscutibles gambas al ajillo.

Pero no podemos olvidar ni dejar de prestar atención al rey de la serendipia: el pan.
 

"Da buen pan y lo demás valdrá la pena, o lo contrario"


  No hay dudas, elegir unos aromas y sabores que evoque al pasado generan rentabilidad.

 

*Luis Martínez Moreno es asesor/consultor, cliente incógnito y profesor de hostelería.