La búsqueda de experiencias se ha convertido en una nueva obsesión para los viajeros en particular y para los ciudadanos en general. Bajo este marco, Texas celebra un evento de verano de lo más inmersivo y aterrador: ver el filme Tiburón, a bordo de un flotador con forma de donut, en pleno mar abierto.

La iniciativa, denominada Jaws on the water, celebra su quinta edición este verano en The Volente Beach Resort y en Beachside Billy's. Además, estará disponible cada sábado (excepto el 6 de julio), desde el 8 de junio hasta el 17 de agosto.

De acuerdo con menshealth.com, el año pasado la entrada para disfrutar de esta experiencia costaba 50 dólares e incluía el flotador-butaca, el acceso a las atracciones de Volente Beach, un espectáculo de fuegos artificiales y, por supuesto, ver la película.

No se trata de la única experiencia inmersiva en el cine. Por ejemplo, en París (Francia) se estrenó La vida de Pi en una sala que recreaba el escenario donde se desarrolla la mayor parte de la película. Los espectadores pudieron ver el filme en la misma barca que compartía Pi con el tigre Richard Parker.

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Estreno de La vida de Pi en París | Foto: lasexta.com

En esta búsqueda de las experiencias, los cines han comenzado a integrar en sus salas la tecnología Dolby Cinema (4k y sonido envolvente), así como butacas eléctricas o reclinables. 

Los cines Kinépolis, incluso, han apostado por la tecnología 4DX, que genera diferentes efectos sensoriales, como lluvia, viento, niebla, olores, impactos o movimientos, con el fin de sumergir al espectador en la trama audiovisual.

Cuando el público objetivo son los niños, los cines optan por alternativas más tradicionales, como equipar las salas con toboganes y columpios.