“No digo nada nuevo al afirmar que la pandemia ha cambiado por completo el panorama del sector hotelero en Las Palmas de Gran Canaria y en todo el mundo; pero siempre hay que ir más allá de lo evidente. Ser innovador”, señala Feliks Kasmi, fundador y CEO de Tusity, en una entrevista con Tourinews.

Este emprendedor italiano llegó hace cerca de una década a Gran Canaria, donde ha desarrollado su faceta empresarial con Tusity, una empresa de alojamientos especializados en estancias corporativas que, en plena resaca pospandemia, crece a velocidad de crucero. No está solo en esta travesía. Le acompañan sus dos socios, Joan Cruz y Annia Adamzcyk. Juntos suman décadas de experiencia en el sector hotelero.

Según el directivo, durante la pandemia, la empresa ha tenido que dar un giro de 180º a su modelo de negocio; abrir la puerta a nuevos segmentos de mercado y afrontar un proceso de transformación digital que permitiera a la compañía optimizar sus recursos y reducir costes.
 

Joan Cruz, Annia Adamzcyk y Feliks Kasmi, cofundadores de Tusity

Joan Cruz, Annia Adamzcyk y Feliks Kasmi, cofundadores de Tusity
 

Pregunta (P): Optimizar recursos y reducir costes… no es fácil, especialmente en un momento como el actual, con la inflación y una recuperación pospandemia muy lenta. ¿Cómo lo han conseguido?

Respuesta (R): En los momentos de crisis es cuando se agudiza la mente y surgen las mejores ideas. La pandemia supuso un revés histórico para el sector turístico. Bajar la persiana y emprender un nuevo proyecto no era la solución. Siempre es mucho más fácil mejorar y optimizar un proyecto o negocio que ya funciona. Y eso es lo que hemos hecho. Con la pandemia y la necesidad de distancia social, mejoramos y optimizamos nuestros procesos y operaciones. Hemos sistematizado muchas tareas y nuestra comunicación con los huéspedes es 100% digital. Además, a falta de turistas, también abrimos nuestros alojamientos a otros sectores como el portuario. Nosotros alojamos a tripulaciones con covid cuando otros les cerraban las puertas. La calidad de nuestros alojamientos, el buen hacer del equipo y la transformación digital del negocio para adaptarse a la nueva realidad nos ha llevado a donde estamos hoy en día: a pasar de 15 unidades alojativas a cerca de 200 en tan solo un par de años. Y lo mejor está por llegar.
 

Nos hemos especializado en las estancias corporativas para atraer también a nómadas digitales o trabajadores en remoto y al turismo MICE para eventos y congresos"

 

P: Entonces, han dejado atrás el sector turístico convencional para apostar por otros mercados... ¿Cuáles son, además del portuario?

R: Bueno, yo tampoco diría que hemos dejado atrás el sector turístico. Nuestras puertas están abiertas a huéspedes de todo el mundo, independientemente de si vienen a trabajar a Las Palmas o por ocio. En cualquier caso, el sector hotelero no puede dar la espalda a las estancias corporativas para centrarse únicamente en el turismo convencional. Al fin y al cabo, la gente solo tiene 30 días de vacaciones al año, pero trabaja aproximadamente 273 días al año; los viajes de negocios son cada vez más habituales y el trabajo en remoto está a la orden del día. La pandemia, además de poner de manifiesto el imperativo de digitalizar aún más los negocios y ser más eficiente en el uso de los recursos, también nos ha llevado a diversificar nuestros segmentos de mercado a fin de conseguir una mayor rentabilidad y reducir el riesgo que hemos visto que conlleva centrarse únicamente en un mercado turístico con una competencia muy elevada y una oferta tan masiva. Por eso nos hemos especializado en las estancias corporativas para atraer también a nómadas digitales o trabajadores en remoto y al turismo MICE para eventos y congresos.
 

Estancia Tusity WOW

Estancia Tusity WOW
 

P: ¿Qué medidas o acciones han implementado para optimizar los recursos y ser más eficientes?

R: En primer lugar, hemos digitalizado la recepción. Toda la atención al huésped desde el momento de la reserva hasta el check-out es digital, sin necesidad de tener un equipo de personas 24 horas en una recepción. El check-in, por ejemplo, puede hacerse online, guardando las llaves en el móvil, o de forma presencial y autónoma con un quiosco digital al llegar a nuestros alojamientos. Este uso de la tecnología nos ha permitido reducir costes a nivel de personal y operacional. Por otra parte, el servicio de comidas no lo ofrecemos a través de un catering ni necesitamos un restaurante en cada uno de nuestros alojamientos. Hemos apostado por el modelo de dark kitchen o, como nosotros lo llamamos, ghost lab. Es decir, un restaurante fantasma que no está abierto al público y en el que nuestro chef prepara a diario desayuno, comida y cena para poder entregarlo a domicilio a nuestros huéspedes. De esta forma, ofrecemos el mismo servicio que un restaurante pero sin los costes operacionales de alquilar un espacio para restaurante, personal, etc.


 

P: Hablemos de números, ¿cuál es la rentabilidad real de este giro en la digitalización del negocio y en la apertura a otros mercados?

R: Como dices, la rentabilidad es muy real y sin renunciar a ofrecer un servicio de calidad. Para el huésped de Tusity nada ha cambiado, para quienes ha cambiado algo, y a mejor, es para los propietarios de los establecimientos que explotamos bajo la marca Tusity y para los inversores que quieren unirse a nosotros. Gracias a la recepción digital, el ghost lab y otras medidas de optimización de los recursos, el coste operativo (sin tener en cuenta el alquiler) supone aproximadamente el 15% de los ingresos, mientras que un hotel convencional esta cifra alcanzaría el 80%. Por otra parte, el GOP (gross operating profit) está en torno al 85% de los ingresos y el EBITDA puede suponer cerca del 60% de los ingresos. Con este modelo de negocio, el propietario de un establecimiento explotado por Tusity puede ganar aproximadamente 12.000 euros al año por unidad alojativa (el beneficio antes de impuestos y amortizaciones). En definitiva, como comentaba al principio de esta entrevista, tras la pandemia no hemos creado un nuevo negocio, hemos pulido y mejorado un diamante en bruto gracias a la tecnología y lo hemos abierto a nuevos mercados para diversificar las líneas de negocio y que así sea más rentable y sostenible a corto y largo plazo.