“El Parlamento Europeo ha trabajado deprisa e intensamente para regular una ley europea que ayuda al restablecimiento de la libre circulación y, consiguientemente, a la recuperación social y económica”, destaca Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado y presidente de la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del Parlamento Europeo, en una entrevista en exclusiva para Tourinews. López Aguilar ha sido, además, el ponente del informa del Certificado Covid Digital en la Eurocámara y uno de los líderes en la negociación de esta medida. Este certificado, también conocido como ‘pasaporte Covid’, entrará en vigor a nivel europeo el próximo 1 de julio y acreditará que el portador está vacunado, ha pasado la enfermedad o ha presentado una prueba diagnóstica con resultado negativo.

Su objetivo, tal y como señala López Aguilar, es restablecer la libre circulación con garantías de seguridad jurídica y de no discriminación. Así, “un ciudadano puede circular libremente sin ser sometido a restricciones arbitrarias ni a medidas adicionales como aislamientos”. Al mismo tiempo, se garantiza la protección de la información íntima de los ciudadanos. “Los datos no viajan con la persona”, aclara el eurodiputado, y añade que el certificado “solo será válido para cruzar las fronteras y no como una condición” para la entrada en establecimientos, por ejemplo, de ocio. De esta manera, se pretende recuperar la movilidad intraeuropea, que “es una condición crucial para la recuperación económica”, concluye.

Pregunta (P): ¿Qué ha tenido que suceder en Europa para que se haya desarrollado un ‘pasaporte Covid’?

Respuesta (R): Pues lo inesperado, lo que nadie imaginó nunca. Un coronario a una secuencia de episodios de crisis que, seguramente, es la más intensa y abrupta vivida nunca por la Unión Europea en toda su historia. La pandemia se ha llevado por delante lo que más apreciamos los europeos: la libre circulación. Este es un derecho fundamental de los europeos, consagrado en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea, que se traduce en un espacio de libre circulación que conocemos como Schengen. Y, durante la pandemia, este había quedado suspendido como consecuencia de las medidas de emergencias impuestas por los estados miembros en el zafarrancho de pánico ante el virus. El Parlamento Europeo ha exigido a la Comisión una y otra vez iniciativas para restablecerlo y, al final, lo hemos hecho en tiempo récord. A finales de abril, el comisario de Justicia comunicó que iba a tomar la iniciativa y, luego, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, me pidió el procedimiento de urgencia. Hemos trabajado contrarreloj en apenas dos meses para poner en marcha una ley europea que permite, de forma unitaria a todos los estados miembros, restablecer la libre circulación con garantías de seguridad jurídica y de no discriminación, al mismo tiempo que de protección de los datos personales, ya que el estándar europeo de protección de datos es el más alto del mundo. Lo hemos conseguido y pensamos que es una buena noticia para que el verano del 2021 sea mejor que el anterior.



 

P: ¿Tiene sentido contar con un pasaporte sobre un tipo concreto de inmunidad, habiendo ya en circulación mutaciones del virus?

R: El trabajo del Parlamento Europeo no es dar certidumbres científicas, sino seguridad jurídica, que es una cosa muy distinta. Y la seguridad jurídica es que, con el Certificado Covid Digital, un ciudadano puede circular libremente sin ser sometido a restricciones arbitrarias ni a medidas adicionales como aislamientos. De este modo, la gente que se atreva a planificar unas vacaciones en familia puede desprenderse del miedo de arruinar esas vacaciones por tener que soportar una medida que se le impone y ante la que no puede hacer nada, como una cuarentena. Eso ya no va a pasar, porque el certificado te abre de nuevo el paso a la libre circulación. Esto no quiere decir que no existan incertidumbres científicas. No sabemos exactamente cuánto dura la inmunidad y tampoco sabemos si la vacuna previene contra mutaciones eventuales que puedan surgir o algunas de las que ya circulan, como la mutación india. Lo que sí sabemos es que el certificado nos va a dar garantías de validez unitarias con características homogéneas y respetuosas con el derecho europeo de protección de los datos a todas las personas que lo porten. Esto ya es un gran avance en relación con la oscuridad y las medidas discriminatorias que hemos soportado durante demasiado tiempo.
 

Con el Certificado Covid Digital, un ciudadano puede circular libremente sin ser sometido a restricciones arbitrarias ni a medidas adicionales"


P: Además de eurodiputado, usted también es jurista y ha sido ministro de Justicia de España. ¿Dónde fija la ley el límite de información sobre un ciudadano que puede contener un documento de estas características? ¿Mi información serológica puede estar al alcance de cualquier país al que viaje?

R: No, todo lo contrario, y es algo en lo que hemos insistido mucho durante la negociación. Una ley europea es un procedimiento legislativo muy exigente y sofisticado que no es fácil adoptar. Normalmente requiere muchos meses de trabajo e, incluso, años, porque hace falta una votación con una mayoría en el Parlamento Europeo y, finalmente, una posición común en el Consejo, que es la reunión de los gobiernos de los 27 estados miembros. Y esa posición se da por mayoría cualificada. El Consejo es, normalmente, el órgano que bloquea. Pero el Parlamento Europeo insistió fuertemente en que el estándar de protección de datos europeos se tenía que preservar. Esto significa que los datos no viajan con la persona. El certificado lo expide la administración sanitaria del estado miembro o la administración descentralizada y solo esa administración utiliza los datos sanitarios del paciente, en el momento de la expedición. No los traslada a nadie más ni se almacenan en ninguna base sincronizada por lo que los datos no son manipulables por el estado receptor del visitante. Además, hay un principio en el Reglamento General de Protección de Datos de la Unión Europea, llamado limitación de propósito, que estipula que los datos solo puedan ser utilizados para la libre circulación y, por tanto, no podrán ser usados para intentar imponer el certificado como condición para la entrada en una sala de fiestas, en un gimnasio, en un restaurante, en un hotel… No. El certificado solo será válido para cruzar las fronteras.

P: ¿Este pasaporte puede ser un primer paso para que haya un documento que contenga más información, incluso sanitaria, del viajero?

R: No, porque hay un principio llamado Principio de Minimización de los Datos, que significa que los datos que contiene el certificado son exclusivamente los necesarios para producir el efecto de identificación del portador o portadora: nombre, fecha de nacimiento y el tipo de certificación Covid que se expide –como el tipo de vacuna o cuándo se administró–, qué tipo de prueba serológica se aporta o, en su caso, qué tipo de prueba diagnóstica negativa se aporta –PCR o antígenos, que es una opción más económica–. Además, esperamos que las pruebas diagnósticas serán cada vez menos frecuentes ya que, en la medida que progresa la vacuna, la mayor parte de los portadores del certificado lo harán porque se hayan vacunado, no porque hayan obtenido una PCR reciente o una prueba serológica. Y así hasta alcanzar la inmunidad de grupo que nos dará garantías de que, al menos en la Unión Europea, la situación sanitaria está bajo control.


 

Juan Fernando López Aguilar interviene en el Parlamento Europeo

Juan Fernando López Aguilar interviene en el Parlamento Europeo

P: ¿Y cuando se alcance la inmunidad de grupo?

R: A partir de ahí, la consideración es cómo generar solidaridad en el ritmo de producción y distribución de vacunas. No estamos seguros hasta que todo el mundo esté vacunado, globalmente. La Unión Europea es campeona del mundo en solidaridad, desarrollo y cooperación, pero tiene que dar la batalla también en la Organización Mundial del Comercio para conseguir un objetivo que yo he defendido muchas veces públicamente: la suspensión de las licencias de propiedad intelectual de las vacunas. Hemos invertido mucho en las grandes industrias farmacéuticas para que produzcan vacunas deprisa, pero es imprescindible universalizar su acceso como un bien público global para que el conjunto de la comunidad humana esté inmunizado y acabar con esto.

P: Muchos ciudadanos piensan que el pasaporte Covid será una especie de trueque entre ceder información privada a cambio de recuperar la movilidad. Por lo que estamos hablando, no será así.

R: No, no lo será. Somos muy conscientes de que el Parlamento Europeo está expuesto muchas veces a interpretaciones torcidas, desinformación, intoxicación e, incluso, fake news que se cuelan abundantemente en relación con el proceso de toma de decisiones europeo. No conozco a nadie que, trabajando en la escala europea, no haya padecido alguna vez personalmente una campaña de desinformación, yo lo he experimentado en propia carne. Pero no es el caso. El Certificado Covid Digital está diseñado para ser respetuoso con la privacidad y la confidencialidad de los datos personales. El ciudadano simplemente acredita en la frontera que está identificado e inmunizado, por una vía o por otra, sin revelar más información. Y con eso basta.

P: ¿Cree que el pasaporte Covid es la clave para la recuperación del turismo en Europa?

R: Creo que la libre circulación lo es. El pasaporte Covid solo es un modesto instrumento al servicio de ese objetivo. El certificado quiere ayudar a recuperar la confianza mutua entre estados miembros, compartiendo un mismo instrumento con las mismas características, reglado a nivel europeo, que dé seguridad jurídica y restablecer la confianza de la ciudadanía europea en que pueden volver a viajar. Que no tengan que volver a quedarse en sus casas por miedo a las cuarentenas, con el impacto económico catastrófico que eso tiene sobre las economías altamente dependientes del turismo. Toda la Unión Europea tiene en el turismo un segmento muy importante de su Producto Interior Bruto, igual que algunos países como España, Italia o Francia. Y, notoriamente dentro de España, Baleares y Canarias, en los que más del 35% de nuestro PIB y el 45% de empleo depende directa o indirectamente del turismo. Yo lo que tengo claro es que no hay recuperación económica sin libre circulación. Ni tampoco social. No volveremos a ser lo que éramos ni a tener el nivel de actividad económica previa a la pandemia sin libre circulación. Es una condición crucial para la recuperación económica, sobre todo, de las regiones que dependemos altísimamente de la conectividad. Es el caso superlativo de Canarias. Canarias no puede aspirar a volver a estar como antes, en términos sociales y económicos, si no hay el volumen de conectividad que hemos conocido en el pasado, llegando a tener 18 millones de visitantes al año. Si eso se reduce a cero, es una catástrofe. Si eso se recupera, nos recuperaremos deprisa.
 

Hay que restablecer la confianza de la ciudadanía europea en que pueden volver a viajar


P: Entonces, me queda claro que Schengen es la clave para la recuperación turística

R: Es lo que espero. Para concluir, simplemente subrayo que es raro el caso en el que el Parlamento Europeo consiga ser noticia y es aún más raro que consiga serlo por una buena noticia. Y este es el caso. El Parlamento Europeo ha trabajado deprisa, con intensidad, para regular en tiempo récord una ley europea que ayuda al restablecimiento de la libre circulación y, consiguientemente, a la recuperación social y económica cuanto antes. Esto es una buena noticia.