Si eres un viajero habitual es muy probable que alguna vez te haya tocado sentarte en la salida de emergencia del avión o al menos debes haber reparado en su localización si prestas atención a la demostración de seguridad.

Dependiendo de la capacidad del avión, la cantidad de puertas de emergencia varía: desde las 4 salidas de aviones regionales como el ATR 42-500 con capacidad para 48 pasajeros, a las 14 del gigante A380 con capacidad para 853 personas.

Habitualmente cuatro de ellas se sitúan en los extremos del avión y están totalmente liberadas, mientras que el resto se distribuyen a lo largo de la cabina y suelen tener un asiento delante de ellas. Justamente, estas plazas ubicadas en la salida de emergencia han motivado la consulta de algunos lectores de Tourinews que se cuestionan cómo afectaría a una posible evacuación que los asientos invadan la tan importante vía de escape.

Partamos del ejemplo de un Boeing 737-800 como los que utiliza la aerolínea que más pasajeros transporta en España: Ryanair. Una aeronave con capacidad para 189 pasajeros que cuenta con 8 salidas, cuatro en los extremos del avión y otras 4 sobre las alas, concretamente en las filas 16 y 17.

Configuración B737-800 de Ryanair

Configuración B737-800 de Ryanair

Se trata de una posición muy deseada por muchos y es que el espacio libre para las piernas es mayor. Estas filas ofrecen una distancia de 101,6 centímetros (40 pulgadas), algo que sólo se da también en los asientos 1 A B C y 2 D E F. El resto de filas ofrecen un espacio de 76,20 cms (30 pulgadas).

Requisitos especiales para los asientos de emergencia

El hueco para las piernas es mayor, pero también es cierto que este puesto requiere una gran responsabilidad. Es por ello que no pueden ubicarse en él:

  • Personas con movilidad reducida (PRM), ya sea permanente o temporal.
  • Personas que no puedan entender las instrucciones de seguridad.
  • Bebés y niños no acompañados. En caso de ir acompañados, la edad mínima varía según la aerolínea.
  • Deportados, pasajeros no admitidos en un país o personas bajo custodia.
  • Pasajeros que necesiten una extensión del cinturón de seguridad.
  • Mujeres en estado de gestación (dependiendo de la compañía).
  • Pasajeros que viajen con animal en cabina.

Además, la persona designada para esta plaza no puede llevar nada (equipaje de mano o dispositivos electrónicos) durante despegues y aterrizajes. Asimismo, debe estar dispuesta a prestar ayuda al resto del pasaje. Todo con el fin de facilitar una evacuación rápida.

Es por ello que a los lectores de Tourinews les sorprende que, teniendo en cuenta la importancia de la seguridad, se permita que un asiento esté ubicado en la propia salida de emergencia y temen que el ansia de las aerolíneas por contar con más capacidad ponga en riesgo una salida ágil del avión en caso de un incidente.

Salida de emergencia de Ryanair

Asiento ocupando parte de la salida de emergencia de un Boeing 737-800

La aviación, uno de los sectores más regulados del mundo

Pero nada más lejos de la realidad. Una portavoz de la Agencia Española de la Seguridad Aérea (AESA) ha explicado a Tourinews que los pasajeros no deberían alarmarse ya que “en todos los aviones hay asientos en la salida de emergencia, pero se trata de asientos específicos”.

Incide en que “las compañías no hacen los aviones como quieren” y que para que se comercialice “tiene que someterse a unas normas de fabricación iguales para todos”. La fabricación pasa por controles y si la compañía aplica alguna modificación, tiene que ser aprobada por la entidad competente, en el caso de España, por AESA.

Una vez construido, se realizan pruebas de distinta índole entre las que se encuentra un ensayo de evacuación. Y es que según la normativa europea para la certificación de aeronaves “Para aviones con capacidad para más de 44 pasajeros, debe demostrarse que, en su configuración de máxima capacidad, pueden ser evacuados todos los pasajeros y miembros de la tripulación en un tiempo máximo de 90 segundos“.

Así que nuestros lectores pueden estar tranquilos, ya que tal y como señalan desde AESA, si la aeronave en la viajan “vuela y cuenta con un certificado de operatividad en Europa, cumple todos los requisitos”.