Thomas Cook está contra las cuerdas. El grupo turístico anunció el pasado viernes, 20 de septiembre, que sus acreedores solo aprobarán su plan de rescate (que contempla la inyección de 990 millones de euros) si consigue un préstamo 226 millones que asegure su actividad en invierno.

Hoy, 22 de septiembre, la compañía del corazón amarillo ha mantenido una reunión de urgencia con sus principales accionistas, acreedores y tenedores de bonos en el bufete de abogados Slaughter & May, en la City de Londres, para decidir su futuro. La empresa se encuentra en una carrera contrarreloj ya que, de acuerdo con los medios británicos, esta madrugada se cumple la fecha límite para conseguir esos 226 millones, de no hacerlo la compañía tendrá que declararse en quiebra.

Según han apuntado algunas figuras políticas, como Andy Burnham, alcalde de Greater Manchester, es probable que la compañía se salve en el último momento gracias al apoyo del gobierno británico. Por su parte, medios de comunicación especializados también están señalando que las grandes compañías hoteleras de Baleares y Canarias, liderados por Miguel Fluxá (Iberostar Hotels & Resorts) están sumándose para ofrecer un salvavidas al gigante turístico. Según señalan esas fuentes, las cadenas españolas, a excepción de Grupo Barceló y de Hoteles Globales, proponen aplazar los pagos e incluso entrar en el capital de Thomas Cook en los próximos dos o tres años.

Efectos

La bancarrota de TC, que nació hace 178 años, generaría un caos mayúsculo en el sector turístico. Y es que no solo se verían afectados los cerca de 22.000 empleados del grupo, sino que también cientos de miles de turistas a los que habría que repatriar. Esta situación perjudicaría a 600.000 viajeros, de los cuales 150.000 son británicos.

De hecho, los clientes ya están viviendo situaciones complicadas. Los dueños del hotel Les Orangers, ubicado en la ciudad de Hammamet (Túnez), han impedido abandonar el establecimiento a un grupo de turistas británicos que habían reservado sus vacaciones con Thomas Cook. Los propietarios les niegan la salida hasta que se abonen todos los costes extra derivados de su estancia.

La mayoría de estos clientes no han querido hacerse cargo de estos costes, ya que ya pagaron estas tasas previamente, a través del grupo turístico, que es el que realmente debe dinero al establecimiento. Uno de los afectados por esta situación, Ryan Farmer, natural de Leicestershire (Inglaterra), aseguró al diario británico Dailymail: “Cuatro guardias de seguridad mantienen las puertas cerradas. Yo lo describiría como una situación de rehenes”.

Ante esta situación, la compañía del corazón amarillo publicó un tuit, durante la tarde, alertando de que no enviaría a los recién llegados a Hammamet al establecimiento Les Orangers, sino a uno alternativo. A lo que agregó: “Continuamos apoyando a nuestros clientes en todos nuestros resorts. Cualquier persona que tuvo que pagar con tarjeta de crédito ayer recibió un reembolso”.

En Turquía también se registraron damnificados durante la jornada de ayer. A este respecto, Beka Whitelaw escribió en Twitter: "A las 4 de la mañana ... 300 de nosotros salimos volando de los hoteles y ahora en el aeropuerto de Antalya. No hay hoteles: los niños, los ancianos y los turistas discapacitados están varados ... ¿Deberíamos dormir en la calle? ¡No es lo suficientemente bueno! ¡La única información es que recibimos más actualizaciones esta noche a las 10:00 pm!".

Esta es solo una pequeña parte de los efectos que puede tener la quiebra de TC. El gigante turístico ha mostrado su comprensión ante este revuelo, pero aclaró que sus vuelos siguen operando con total normalidad.

 

Plan de contingencia

El caso de TC recuerda al de la aerolínea británica Monarch, que cesó sus operaciones en 2017 originando un colapso. Entonces, el Gobierno de Reino Unido se encargó de repatriar a los turistas afectados. A este respecto, el ministro de Asuntos Exteriores británico, Dominic Raab, anunció en un programa de la BBC, que “todos” los pasajeros de TC varados en el extranjero serían “apoyados”, en el caso de un colapso. A su vez, señaló que el Gobierno ha diseñado planes de contingencia por si el rescate del grupo turístico fracasa.

Raab reparó en que el plan de contingencia depende de la naturaleza de la reserva. “No quiero dar todos los detalles porque depende de los turistas varados, de si tienen un paquete de vacaciones o simplemente pagaron los vuelos y arreglaron algo por separado”.

En 2017, cuando el cese de operaciones de Monarch Airlines, el Gobierno recibió críticas porque repatrió a todos los turistas varados, incluso a aquellos que no estaban cubiertos por el seguro ATOL (el certificado británico que ampara a los consumidores en caso de cese de operaciones de touroperadores o aerolíneas), algo que despertó el malestar de algunos actores del sector turístico.

No obstante, el ministro enfatizó: “Puedo asegurar a la gente que en el peor de los casos, el plan de contingencia está ahí para evitar que se quede atrapada".

Airbus A320 214 ‘OO TCW’ Thomas Cook (24951718132) (1)

Avión de Condor, aerolínea de Thomas Cook

Lo cierto es que la situación de los turistas varados depende del destino en el que se encuentren. Por ejemplo, en Holanda, TC es parte del sistema del régimen de garantías SGR, por lo que los clientes podrán ser repatriados a coste del SGR. Incluso, a aquellos que tienen reservas con el grupo turístico para fechas futuras se les devolvería el dinero.

En caso de quiebra, la situación de los hoteles que dependen de TC es, sin embargo, diferente, ya que pasarían a lista de acreedores y tendrían que ponerse a la cola para percibir los pagos pendientes. Este escenario puede motivar conductas como la de Les Orangers.  

Petición en Change.org

Ante este caos, los ciudadanos han lanzado una petición en Change.org titulada “Salvar a Thomas Cook”, que reza: “La emblemática empresa de viajes, la más antigua, Thomas Cook, ha diseñado vacaciones de ensueño para todos nosotros y hemos cosechados tantos recuerdos, tantas experiencias de trabajo y hemos conocido a tantas grandes personas que han tenido un efecto en nuestras vidas”.

Por último, a través de esta misiva se insta al Gobierno y “a cualquier otro prestamista” a ayudar a la compañía. De ser así, “el futuro será brillante”. La petición se marcó como objetivo inicial llegar a las 50.000 firmas, pero al cierre de esta edición ya había alcanzado 59.804, por lo que el reto subió a las 75.000 firmas.

TC

Petición en Change.org

¿Cómo ha llegado Cook a esta situación?

Cabe destacar que Cook esperaba sellar la semana pasada su acuerdo con Fosun Tourism Group, su mayor accionista (18% de las participaciones), que inyectaría 495 millones de euros a cambio del 75% de la división de Touroperación del grupo y del 25% de su división aérea. Por su parte, los bancos acreedores de la compañía y sus tenedores de bonos aportarían otros 495 millones.  

Así, estaba prevista una votación, el pasado 18 de septiembre, para aprobar este plan de rescate, para lo que Thomas Cook requería el apoyo del 75% de los tenedores de bonos, pero el encuentro se pospuso para el 27 de este mes. No obstante, el pasado jueves, 19 de septiembre, los principales bancos acreedores de TC (con Royal Bank of Scotland, Barclays y Lloyds a la cabeza) se reunieron y realizaron una petición de última hora: obtener 226 millones de euros para asegurar el invierno.