El pasado jueves se hizo público el nuevo proyecto que el grupo estadounidense The Cordish Companies quiere desarrollar en la capital de España, el "Live! Resorts Madrid Spain". Esta nueva propuesta ha despertado suspicacias en muchos ya que posee ciertas similitudes con la ya descartada "Eurovegas".

 

En este caso, se trata de un macrocomplejo de ocio que contará con 2.700 habitaciones de hotel, 100.000 metros cuadrados destinados para tiendas y ocio, 275.000 para convenciones y 45.000 para oficinas. El área elegida para desarrollarlo es una zona de 134 hectáreas en la localidad de Torres de la Alameda, un área cercana al aeropuerto Adolfo Suárez.

 

 

Los promotores del proyecto, que aseguran que dará empleo a más de 56.000 personas, están a la espera de obtener los permisos por parte de la Comunidad de Madrid, que podrían ser concedidos dentro de que estiman de cinco o seis meses, en caso de que ninguna otra empresa presente en concurso público un proyecto similar. Si estos plazos se cumplen, se prevé que el plazo de las obras será de entre 18 y 24 meses para que las primeras instalaciones estén listas.

 

 

La compañía responsable de Live! está presidida por David Cordish un reconocido republicano aliado de Donald Trump que le apoyó durante la última campaña presidencial participando en actos de la misma. Sin embargo, fueron el vicepresidente de la compañía, Abe Resenthal, y uno de sus socios, Joseph Weinberg, los encargados de presentar esta nueva propuesta para el desarrollo hotelero de Madrid.

 

Weinberg ha hecho especial hincapié en que se ha elegido Madrid por ser "una ciudad de relevancia internacional, con 11 millones de turistas al año, con gran actividad de turismo de convenciones y con infraestructura - carreteras, aeropuertos- ya existente". 

Marcando diferencias

Los responsables esperan atraer cinco millones de visitantes al año, lo que aportaría 1,6 millones de turistas adicionales a la capital española, y generaría un impacto económico de entre 4.000 y 6.000 millones en los primeros cinco años.

Para poder manejar estas cifras, desde la compañía proponen una mezcla de actividades de ocio en la que juegan un papel importante bares y restaurantes, un gran teatro para espectáculos, un circo, 16 salas de cine, una zona de conciertos, tres discotecas temáticas, un centro de torneos de "e-sports" y un área comercial con 400 tiendas. Pero en esta oferta también estarían presentes los casinos y el juego.

Los promotores han querido destacar lo que les diferencia de Eurovegas, una propuesta que no parecía ajustarse ni a la normativa ni a las necesidades turísticas de Madrid. Entre los aspectos que destacan se encuentra la cantidad de inversión anunciada. Mientras que la compañía de Sheldon Adelson aseguraban una inversión de 17.000 millones, Cordish habla de 2.200 millones de euros de inversión. Lo que en principio puede parecer una apuesta menor, confiere a la inversión de un carácter más realista. En este aspecto, la empresa estadounidense ha presentado un plan muy concreto además de ya ser poseedor de las 134 hectáreas que usará para implantar sus instalaciones, mientras que la compañía que proyectó Eurovegas no llegó a adquirir terrenos.

Además, no van a solicitar cambios legislativos como los que afectan al consumo de tabaco o el acceso de menores y ludópatas a estos recintos, algo que generó mucha controversia; aunque, sí que disfrutarán de la reducción de la tributación de los casinos del 45% al 10% que el Gobierno de Madrid prometió previamente a la compañía de Adelson.

Por último, también se quieren diferenciar de Eurovegas por su enfoque del juego: "Realmente, es un proyecto muy diferente de otros del pasado, con un enfoque diferente. Es un proyecto híbrido de restauración y hostelería con una pequeña zona de juego". Sostienen que se inspiran en el modelo californiano (ocio con juego), en contraposición con el modelo Las Vegas (juego con ocio).

Habrá que ver si definitivamente esta nueva apuesta de ocio es capaz de superar la legislación española y lograr ganar el favor de la opinión pública. Por el momento, Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha declarado que el proyecto "tiene una pinta muy buena" y se muestra convencida de que puede salir adelante porque la empresa es "solvente, fiable y potente".