La construcción de viviendas, hoteles y apartamentos turísticos en las costas está contribuyendo a destruir los recursos naturales presentes en los litorales. Así se desprende de estudio A Toda Costa, elaborado por Greenpeace y el Observatorio de la Sostenibilidad, que analiza por primera vez el estado de las costas españolas, por medio de la pérdida de bienes ambientales en los diez primeros kilómetros de la franja litoral.

El informe señala que el 80% de los recursos naturales que abastece la costa está degradado por la urbanización masiva. Tan solo en los últimos 30 años, la superficie litoral edificada se ha duplicado, pasando de 240.000 a 530.000 hectáreas. Es decir, un 13,1% de la costa española está urbanizada frente al 2% del interior. 

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En este sentido, Greenpeace defiende que los ecosistemas costeros suministran bienes ambientales fundamentales para el desarrollo económico y social, que van desde la seguridad alimentaria, el turismo o el I+D. Así como, contribuyen a la adaptación del ser humano al cambio climático, ya que generan lluvias cuando se producen sequías, controlan la erosión del suelo o hacen las veces de amortiguadores en las inundaciones.

En el estudio también se detallan las zonas más afectadas por la urbanización en las zonas costeras, siendo las más perjudicadas el Mediterráneo y Atlántico sur, donde el 17,4% del terreno está edificado. Las ciudades con las costas más masificadas son: Barcelona (Cataluña) (40,9%), Málaga (Andalucía) (26,2%) y Alicante (Comunidad Valenciana) (28,5%).

De hecho, un 36,5% de la línea de playa en España está edificada, lo que ha provocado la destrucción de más de un tercio de los ecosistemas cercanos. Las únicas zonas que se libran de esta destrucción son los que gozan de una protección específica, como los parques nacionales o naturales.

Población en riesgo

Greenpeace también denuncia, por medio de su informe, que la mayor pérdida de bienes ambientales en las zonas costeras corresponde a zonas de cultivos y pastizales, principales generadores de alimento, cuyo tamaño ha disminuido un 13,1%. Esto provoca un cambio en la actividad económica y usos del suelo, en aras de una economía fundamentada en el turismo masivo. La urbanización masiva en los litorales, también perjudica la extracción de sal en las salinas, así como a las lluvias o a la calidad del aire.

Para evitarlo, Greenpeace propone una serie de medidas a tener en cuenta, como que las autoridades se impliquen en la protección del medio ambiente; el aumento de las áreas protegidas en el litoral, a nivel terrestre y marino; la elaboración de un plan de conservación de los ecosistemas litorales; o edificar infraestructuras ambientales destinadas a la depuración de las aguas residuales continentales, para acabar con los vertidos que van a parar al mar.

Datos de la destrucción de las costas por comunidades autónomas:

  • Cataluña posee el mayor porcentaje de costa edificada: el 26,4% de la superficie.
  • La Comunitat Valenciana ocupa el segundo puesto en este listado, con el 23,1% de su litoral dañado y el 74,3% de su línea de playa edificada.
  • En tercer lugar se encuentra Andalucía con un 15,4% de la superficie costera degradada.
  • El 12,8% de la costa del País Vasco se encuentra deteriorado.  
  • La Región de Murcia tiene un 12,6 % de su litoral dañado.
  • Cantabria posee un 12,2% de su costa degradada, principalmente por el auge de la urbanización.
  • Un 11,9% del litoral de las Islas Canarias está deteriorado, no solo por la construcción sino también por los incendios.
  • Los territorios con menor porcentaje de costa dañada son: Galicia (8,4%), Illes Balears (7,2%) y Asturias (6,7%).