En un momento en que las líneas aéreas trabajan en políticas medioambientales —incluyendo el impulso de Combustibles Aéreos Sostenibles (SAF)— y en ofrecer opciones de transporte ‘pet friendly’ con el fin de contentar a unos clientes cada vez más exigentes en estos aspectos, surge un nuevo debate que puede dañar las estrategias de responsabilidad social corporativa (RSC) de las aerolíneas: el transporte de animales para la experimentación en laboratorios.

Los colectivos ecologistas han puesto el foco en las compañías aéreas de transporte que trasladan a animales, especialmente mamíferos, para ser utilizados en la experimentación científica. Estas críticas a las aerolíneas de cargo también puede perjudicar a la imagen pública de sus "hermanas" dedicadas al transporte de pasajeros, entre ellos turistas, que cada vez hacen más hincapié en la RSC como argumento para que los clientes se decanten por ellas. Y es que, en el momento en que se hacen públicas este tipo de prácticas que generan un debate ético, acecha la posibilidad de un boicot por parte de los viajeros.

De hecho, recientemente, desde la organización animalista PETA han iniciado una petición para que Scandinavian Airlines (SAS) deje de transportar perros destinados al “dolor, miseria y la muerte” en los laboratorios de pruebas. Acusan a la compañía escandinava de haber trasladado más de 5.300 perros desde Estados Unidos a Europa desde abril de 2021 y le critican por sacar beneficio de este “comercio espantoso”. “Esto no debe continuar”, aseveran.

Aerolíneas que ya han tomado partido


Desde PETA subrayan que aerolíneas como Cargolux Airlines, Cathay Pacific, EVA Air, FedEx, Korean Airlines, Qantas Airways y UPS ya se niegan a transportar cualquier tipo de animal destinado a laboratorios. Este es el caso también de IAG, grupo en el que se engloba entre otras a las españolas Iberia, Air Europa y Vueling; y es que, tal y como indica en su página web “IAG Cargo no transporta animales vivos para su uso en laboratorios, experimentación o explotación”.

Asimismo, la organización animalista destaca que, gracias a sus campañas, todas las aerolíneas comerciales dejaron de transportar a primates para experimentación y que Lufthansa extendió esta protección a gatos y perros.