La Comisión Europea ha abierto un expediente contra España, asestando un duro golpe al Ministerio de Consumo y su cruzada contra el cobro del equipaje de mano por parte de las aerolíneas. Bruselas ha señalado en un comunicado que la legislación española, al impedir a las compañías aplicar cargos adicionales por “ningún tipo de equipaje de mano”, contraviene la normativa comunitaria.
La Comisión defiende la libertad de las aerolíneas para fijar sus precios, aunque recuerda que, según una sentencia del TJUE, el equipaje de mano de dimensiones y peso razonables debe ser gratuito.
La polémica surge a raíz de la sanción histórica de 178,9 millones de euros que el Ministerio de Consumo impuso el pasado año a cinco grandes aerolíneas —Ryanair, Vueling, Easyjet, Norwegian y Volotea— por considerar abusivo tanto el cobro por el equipaje de mano como por la reserva de asientos contiguos para personas dependientes. La Comisión Europea considera que multar a estas compañías por el cobro del equipaje que excede los requisitos “razonables” y vulnera el reglamento comunitario, que sí deja ese tipo de bultos sujeto a la libertad de precios de las empresas.
El expediente sancionador marca el inicio de un período de diálogo de dos meses entre las autoridades españolas y Bruselas para intentar resolver las discrepancias. Si el conflicto persiste, la Comisión podría escalar el proceso enviando un dictamen motivado y, como última instancia, elevar el caso al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
Tras conocerse la decisión de la Comisión, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) no ha tardado en reaccionar. Su presidente en España, Javier Gándara, ha exigido al Ministerio de Consumo que retire las multas impuestas a las compañías, alegando que carecen de justificación tras el posicionamiento de Bruselas. Desde el sector sostienen que Consumo se “extralimitó” al imponer una sanción “unilateral, injustificada, de espaldas a la UE y saltándose la legislación europea”.