La historia de Antonio Cabanas es una de vocaciones: de piloto a escritor. Atesora una carrera de piloto, volando durante 36 años para la aerolínea Iberia a los mandos de aviones B727, B747 y A320, con más de 20.000 horas de vuelo. Paralelamente, ha desarrollado una carrera de éxito, con nueve novelas basadas en el Antiguo Egipto, con las que ha alcanzado un gran éxito de crítica y público y que han sido traducidas a varios idiomas.

El autor nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1966, ha publicado los bestsellers El ladrón de tumbas, La conjura del faraón, Los Secretos de Osiris, El Sueño Milenario, El Hijo del Desierto, El Secreto del Nilo, El Camino de los Dioses, Las Lágrimas de Isis y El Sueño de Tutankhamón. Y es que, ha realizado estudios de egiptología, así como de lengua egipcia y escritura jeroglífica, y desde 1990 es miembro de la Asociación Española de Egiptología.

Con motivo del Día del Libro, Tourinews ha hablado con Cabanas para conocer qué le motivó a elegir sus dos profesiones o el papel de los viajes como inspiración para la literatura.

Pregunta (P): Lo suyo es una cuestión de vocaciones, ¿qué llegó antes, la afición a los cielos o a la escritura?

Respuesta (R): Sin duda ninguna, la afición a los cielos, puesto que es totalmente vocacional. Desde mi más temprana adolescencia siempre supe que quería ser piloto y ese fue mi sueño y en pos de él, pues dediqué todos mis esfuerzos

P: Durante años simultaneó su trabajo como piloto y escritor, ¿cómo se pueden compaginar ambas profesiones?

R: La aviación la viví desde muy pequeño. Mi abuelo estaba vinculado al mundo de la aviación. Siempre quise ser piloto. Dediqué todos mis esfuerzos y avancé en su consecución. Y en cuanto a la pasión por la escritura, también deriva de mi otra pasión, por la lectura. Es un hábito adquirido desde mi más tierna infancia, porque realmente soy un lector compulsivo. Leo cada día y los libros comparten gran parte de mi mundo, sin igual a dudas. Sin embargo, tardé años en descubrir que poseía la capacidad para escribir. Después de mi primer libro, supe que ya no podría dejar de escribir nunca.

P: ¿Qué da más vértigo tomar los mandos de un avión o los momentos previos al lanzamiento de un libro?

R: Pues yo creo que en los dos casos el vértigo no existe en absoluto, todo lo contrario, es un momento de gran satisfacción. Subirme a un avión era como realizar todo aquello que yo había buscado durante toda mi vida. Realmente, los cielos, para mí, son la mejor de las casas. Así siempre lo he pensado. Mi avión formaba parte de mí y de mi mundo. Y en cuanto al lanzamiento de un libro, igual, puesto que al final es también la consecución de un trabajo tremendo, que es el que lleva a escribir cualquier obra, es un esfuerzo muy grande y es la satisfacción de ver por fin tu obra salir a la luz. Siempre con el mejor de los ánimos.

P: Sus libros tienen un claro factor común, ¿por qué el antiguo Egipto? 

R: El Antiguo Egipto ejerce una atracción única que es muy difícil de explicar. Siempre digo que Egipto está cubierto de magia. Una magia ancestral que me atrapó sin remisión desde el primer momento. Yo creo que esta sensación es la que experimentan muchos viajeros que llegan al país de los faraones y ven por primera vez las obras que nos legaron y se maravillan y se fascinan por el misterio que envuelve todos estos grandes monumentos en un país que sin duda a nadie deja indiferente.

Antonio Cabanas durante una firma de libros Imagen cedida

Antonio Cabanas durante una firma de libros. Foto: Cedida

P: ¿Ha pensado dar el salto a la no ficción y relatar sus vivencias a los mandos de los B727, B747 y A320?

R: Sin duda, muchas veces, pero no resulta fácil. A las editoriales no les gusta que su autor cambie de género literario, lo cual dificulta mucho el que puedas cambiar de género y publicarlo. Nos pasa a la mayoría de los autores, quedamos recluidos en el tipo de novela o de obra que leen nuestros queridos lectores.

P: 36 años como piloto dan para mucho, ¿cuál es la anécdota que más recuerda?

R: Después de más de 20.000 horas de vuelo, son muchas las anécdotas que he vivido. Siguiendo en la parte literaria, recuerdo que en una ocasión un pasajero se olvidó un libro, y resultó ser “El ladrón de tumbas”, mi primera novela. Ese día yo estaba al mando de la aeronave y al enterarme le firmé el ejemplar que le fue entregado por el agente de seguridad. A los pocos días me escribió en mi página web, dándome las gracias y lo recuerdo con especial cariño.

P: En su página web se proponen viajes a Egipto. Uno se puede apartar de la actividad diaria, pero nunca alejarse del turismo, ¿no?

R: Desde luego creo que viajar debe formar parte indispensable de la vida de las personas para poder ampliar nuestro conocimiento, no solo por lo que vemos en países diferentes al nuestro, también por las personas con las que nos cruzamos y que nos enriquecen. Viajar es algo maravilloso que nos enriquece personalmente.

P: ¿Qué mensaje lanzaría a aquellos jóvenes que tienen dudas antes de dar el salto y apostar por empleos tan vocacionales como piloto o escritor?

R: Yo siempre digo lo mismo, en la vida da igual lo que uno quiera, hay que luchar por los sueños, perseguirlos, no son fáciles de alcanzar y ese es el mayor atractivo, poder conseguirlos, luchar, apostar por ellos, no darnos por vencidos. Persigue ese sueño hasta el final.