La primera semana de junio ha arrancado con noticias positivas para el turismo, y es que España ha abierto sus fronteras sin necesidad de PCR o cuarentena a turistas de cualquier país que hayan sido vacunados o que se hayan recuperado, ha dado permiso a la llegada de cruceros internacionales y ha dado el visto bueno a los de antígenos como prueba válida para los que quieran entrar. No obstante, la industria de los viajes también ha sufrido un duro golpe con la decisión de Reino Unido de poner a España en la lista de países de ‘riesgo medio’, lo que supone unas restricciones que impiden de facto los viajes.
Pero, ¿cómo afectan estos vaivenes de apertura y cierre de fronteras al mercado laboral español? ¿Se ha reducido el número de personas acogidas a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE)?
Mayo: la antesala de la recuperación, pero no para todos
A tenor de las cifras registradas por la Seguridad Social, se podría decir que mayo fue el mes de la recuperación en lo que respecta a reincorporación al puesto de trabajo de las personas que estaban acogidas a un ERTE; sin embargo, analizando con profundidad los datos, se comprueba que los sectores más castigados siguen siendo los Servicios de Comidas y Bebidas, y los de Alojamiento y que las comunidades autónomas que dependen del turismo están a la cola en reactivación.
Si en mayo de 2020 —con la crisis del Covid-19 golpeando con mayor virulencia— había 3,6 millones de trabajadores en ERTE, a fecha de 31 de mayo de 2021 la cifra se ha reducido hasta situarse en 542.142 (-85%). Si se compara con el pasado mes de abril, también se comprueba un descenso del 15%, con 95.439 personas menos en ERTE.
Del total de 542.142, 227.431 personas están incluidas en ERTE de sectores ultraprotegidos y su cadena de valor, otras 132.592 personas en el de limitación de actividad y 15.302 en el de impedimento. De forma paralela, hay otras 166.817 personas que siguen en ERTE de Fuerza Mayor.
El Turismo, el sector más golpeado
El número de trabajadores en ERTE presenta una gran concentración sectorial. De hecho, de las 100 actividades, dos concentran el 45,06% de los trabajadores en esta situación: Servicios de Comidas y Bebidas (153.616 trabajadores en esta situación) y Servicios de Alojamiento (90.689).
Cabe destacar que Agencias de Viajes y Operadores Turísticos siguen teniendo bajo este instrumento de protección un 57,88% de los afiliados del sector; Transporte Aéreo, un 39,44%, y Servicios de Alojamiento, un 38,33%.
Las comunidades turísticas, las que registran más personas en ERTE
Las zonas que se caracterizan por una mayor actividad turística se observa que tanto el número total de personas acogidas al ERTE es mayor. En términos absolutos, Cataluña, Madrid, Canarias, Andalucía, Comunidad Valenciana y Baleares son las regiones con más personas afectadas por esta situación.
En lo que se refiere a proporción de empleados acogidos al ERTE con respecto al total de afiliados, Canarias se lleva la peor parte. En concreto, la provincia de Las Palmas —Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote— tiene un 13,72% de sus afiliados ERTE, mientras que Santa Cruz de Tenerife cuenta con un 10,87%. Les sigue el otro archipiélago, Baleares, con un 6,85%.
En contraste, se observa que varias provincias bajan ya del 2% de sus afiliados en ERTE. Es el caso de Guadalajara (1,59%), Murcia (1,65%), Ciudad Real (1,71%), Badajoz (1,75%), Jaén (1,77%) y Huelva (1,85%).
La ausencia de británicos genera malos augurios
A este retraso en la recuperación que acarrean las comunidades turísticas se suma otro hándicap con la decisión del Gobierno Británico de mantener a toda España —incluidos los dos archipiélagos— en la ‘lista ámbar’. Y es que pocos serán los británicos que se decanten por viajar a destinos españoles si se tiene en cuenta que luego debe pagar y someterse a un test antes de regresar y dos PCR los días 2 y 8 tras su llegada. Además, tendría que guardar una cuarentena de 10 días al volver a su país.
Supone pues que los destinos españoles no recibirán visitantes del principal mercado emisor del país (18 millones de turistas en 2019). En Baleares son conscientes del varapalo que esto supone y pronostican que la decisión del Ejecutivo de Boris Johnson se traducirá en que muchos hoteles retrasarán su apertura a julio y, por tanto, mantendrán a sus trabajadores en ERTE.
“El hecho de que el Reino Unido mantenga la posición conservadora para favorecer los viajes internacionales, va a condicionar las futuras aperturas en las zonas con gran afluencia del mercado británico”, advierten desde la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), con quien coinciden los sindicatos, quienes recalcan que para los empleados baleares es fundamental que se reactive la llegada de británicos.