Coincidiendo con que el Cabildo de Fuerteventura ha dado el visto bueno a la tramitación del expediente para declarar proyecto de Interés Insular la construcción del estudio cinematográfico Dreamland Studios, la sociedad civil se ha movilizado en contra.

El colectivo ‘Salvar las Dunas de Corralejo’ —parque natural junto al que se ubicaría el estudio cinematográfico— ha impulsado una iniciativa a través del portal Change.org en la que está recogiendo firmas para que se paralice. Consideran que su declaración como proyecto de interés insular garantizaría su ejecución.

Afirman, asimismo, que la construcción de estas instalaciones de más de 160.000 m², que acogerán tanto estudios para filmaciones como un parque temático, naves, anfiteatro, áreas comerciales, restaurantes, etc. podría provocar la “extinción de especies” y la “destrucción del paisaje y la naturaleza”.

Por el momento, la petición ya ha obtenido 12.000 de las 15.000 firmas que quieren recabar para, una vez conseguido, hacérselo llegar al propio Cabildo.
 

Imagen de los estudios de Dreamland

Imagen de los estudios de Dreamland
 

Un proyecto avanzado que cuenta con el apoyo de la patronal turística


Dreamland Studios está más cerca de convertirse en realidad gracias al visto bueno para su tramitación para declarar su interés insular. Este trámite lo ha salvado tras una votación apretada. Con 11 votos a favor de los grupos políticos NC-AMF, PSOE y Podemos; y 11 votos en contra, correspondientes a los grupos de PP y CC, fue el voto de calidad del presidente del Cabildo majorero, Sergio Lloret, el que decantó la balanza.

Se cumple con esta votación una de las principales peticiones de la Asociación de Empresarios Turísticos de Fuerteventura (Asofuer), que desde hace tiempo instaba a las instituciones a dar este paso. La patronal es una de las principales valedoras de este proyecto en el que ve una oportunidad de ofrecer "actividades complementarias" a los visitantes, tal como subrayó su presidente, Antonio Hormiga, en Onda Fuerteventura.
 


 

Ahora deberá pasar por su publicación para información pública. A su vez, la propuesta tendrá que superar la fase de evaluación ambiental ordinaria. Lloret ha advertido que el inicio del trámite “no quiere decir que el proyecto vaya a salir adelante, ni que tenga o vaya a conseguir una declaración de impacto ambiental favorable o que la declaración pueda tener incluso un montón de condicionantes”.