Toda visita a museo que se precie finaliza siempre de la misma forma: a través de la tienda de regalos. En ellas, los visitantes pueden encontrar todo un surtido de los souvenirs más habituales llaveros, reproducciones, tazas, camisetas, libretas, postales, etc. Pero hay instituciones que han ido un paso más allá creando unos muñecos que, originalmente estaban pensadas para los niños, pero que se han convertido en objeto de deseo de los coleccionistas.

Son numerosos los museos europeos que se han aliado con la empresa alemana Playmobil (Grupo Brandstäter) para crear figuras especiales que recrean algunas de sus obras más emblemáticas.
 

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Retrato de Durero vendido por el Museo del Prado


No hay que irse muy lejos para encontrar un ejemplo de ello, ya que el Museo Nacional del Prado (Madrid) vende una figura inspirada en Alberto Durero pintando su célebre Autorretrato. Este muñeco fue creado originalmente para una exposición en torno al pintor realizada en 2012 en Museo Nacional Germano de Nüremberg (Alemania), que aún sigue vendiéndolo.

Más difícil de conseguir, por no decir imposible, son las versiones en miniatura de Götz von Berlichingen para el Museo Nacional Germano y de El jinete de Magdeburgo para el Kulturhistorischen Museum de Magdeburgo (Alemania), que ahora solo pueden encontrarse en páginas web de coleccionismo.
 

Alexander Schubert, responsable de relaciones públicas del Kulturhistorischen Museum de Magdeburgo entre 2004 y 2007 sostiene la figura del jinete

Alexander Schubert, responsable de relaciones públicas del Kulturhistorischen Museum de Magdeburgo entre 2004 y 2007 sostiene la figura del jinete. Foto: Kulturhistorischen Museum

La fiebre también en Países Bajos


Esta fiebre por crear muñecos de Playmobil que plasmen algunas de las obras más icónicas del museo y de la historia del arte universal también se ha trasladado a Países Bajos.
 

Figuras de Playmobil vendidas por el Rijksmuseum

Figuras de Playmobil vendidas por el Rijksmuseum. Foto: Rijksmuseum

Así, el Museo Van Gogh, en Ámsterdam cuenta con su propia versión del pintor plasmando sobre el lienzo su cuadro de Los Girasoles. Otra de las grandes instituciones museísticas de la capital neerlandesa, el Rijksmuseum, destaca por hacer una de las apuestas más grandes por estas minifiguras, pues cuenta con representaciones de Marten & Oopjen y La ronda de noche de Rembrandt; La Lechera de Vermeer; y los autorretratos de Van Gogh y Rembrandt.