La casualidad ha querido que sea el mes de octubre —considerado el favorito para los amantes del terror— en el que tenga lugar un viernes 13, día considerado de mala suerte en la mayoría de las culturas anglosajonas y que fue elegida para dar nombre a una de las sagas más emblemáticas del cine de miedo.

Los amantes de la saga protagonizada por Jason y aficionados al buceo tienen una cita única en la ciudad de Burnsville, en Minnesota (Estados Unidos). Y es que a 36 metros de profundidad en el Crystal Lake, principal punto de recreación y ocio de la ciudad, hay una sorpresa oculta.

En el fondo de este lago cuyo nombre no pasa desapercibido para los aficionados de la serie ‘Viernes 13’ —aunque el original está supuestamente ubicado en Nueva Jersey—se encuentra una figura a tamaño real del infame asesino en serie.

El origen de la figura se remonta a 2013, cuando Doug Klein, un electricista local aficionado al buceo y hacer fotografías peculiares bajo el agua, decidió construir al villano con material que tenía almacenado en garaje.

 Una vez se hizo viral la ocurrencia de este vecino, Jason se ha convertido en todo un reclamo turístico, atrayendo visitantes aficionados al submarinismo que se adentran en las aguas de este lago con el único objetivo de encontrar la espeluznante figura. Llegan turistas desde estados tan lejanos como Washington o California.