Los aficionados serios al esquí de pista suelen guardar las tablas a finales de marzo, pero para los muchos que quieren disfrutar de la montaña y de la nieve en unas condiciones más agradables, esquiar en abril tiene sus ventajas. Más horas de luz, agradable solecillo y menos obligaciones agotadoras. Y, por supuesto, es el momento ideal para el esquí de travesía.
En España, Sierra Nevada es muy utilizada por los ingleses que disfrutan del sol, puesto que a partir de la una, la llamada nieve primavera dificulta el descenso de las pistas y dispara el riesgo de accidentes, por lo que es muy conveniente relajarse al aire libre en Borreguiles con una cerveza.
Sin embargo, hay varias estaciones en las que las condiciones de la nieve en abril suelen ser suficientes para gozar de unas magníficas vacaciones blancas. Todas tienen en común la altura en la que se puede esquiar.
Algunas como Val D' Isère están en los Alpes franceses; otras, en Suiza o Italia. En mi opinión el lugar ideal en Europa para pasar unos días en la nieve en abril es la zona de montaña de Cervinia, en Italia; y Zermatt, en Suiza; comunicadas por un remonte. El forfait conjunto vale 65 euros diarios y permite disfrutar del esquí más alto de los Alpes. Todo ello a la sombra del Materhorn o Cervino, el monte más hermoso de los Alpes, en forma de pirámide. La enorme zona esquiable permite también la práctica de todo tipo de actividades deportivas típicas de esta época del año como el esquí de travesía, las excursiones con raquetas, el esquí de helicóptero o el esquí tradicional en pista con algunas de las bajadas más largas de Europa.
El remonte que sube al Pequeño Matterhorn, te coloca a casi 4.000 metros de altura, en Europa no se puede esquiar más alto. Desde este punto, se puede descender veinte kilómetros hasta Valtournenchea 1.500 metros de altitud, con un desnivel de casi 2.500 metros en una pista suave y amplia, o por la famosa Ventina hasta el pueblo de Cervinia a 2.000 metros de altitud. En ambos casos, por supuesto, la nieve esta reblandecida en los tramos finales.
En el lado suizo, el Gronegrat Bahn, uno de los trenes más pintorescos que existen, nos sube hasta los maravillosos glaciares en las faldas del Monte Rosa, uno de los más altos de los Alpes. También se puede llegar a los glaciares en el teleférico Materhorn Glacier Paradise.
Zermatt es el paraíso de los montañeros y escaladores, tanto por las increíbles excursiones como por la escalada del Materhorn. Algunos para recordar que en polvo nos convertiremos visitan también el cementerio montañero.
Pero si Cervinia y Zermatt comparten pistas, los pueblos son bien diferentes. Cervinia se desarrolló en los años del fascismo y en los 60 ya era un pueblo bastante feo pero de fácil acceso y precios económicos. Así sigue siendo hoy día, menos de dos horas lo separan del aeropuerto de Milán-Malpensa. Por otra parte, Zermatt, es uno de los cuatro o cinco resorts más exclusivos de los Alpes con precios adecuados a la demanda, es decir, allí las habitaciones empiezan a partir de los 400 euros la noche. Hay que estar muy atentos si uno se aloja en Cervinia y está esquiando en Zermatt, para regresar a buena hora no sea que la comunicación se cierre y haya que quedarse a dormir en Zermatt con las consiguientes consecuencias para el bolsillo, ya que el viaje entre ambos destinos por carretera dura más de seis horas.
En los últimos años en Cervinia han hecho un esfuerzo tanto en la mejora de las instalaciones para el esquí como en los servicios con la apertura de nuevos hoteles exclusivos. Un ejemplo de ello es Les Neiges D'Antan, alejado del pueblo, de buena calidad pero a precios suizos. Algunos restaurantes, también en las afueras, como La Luge ofrecen comida italiana de alta calidad y no las pizzas para ingleses que dan en el pueblo.
El pueblo es terreno de turoperadores, especialmente escandinavos en ingleses. El sistema funciona con gran eficiencia, las colas son cortas y dada la longitud de las pistas hay que coger muy pocos remontes a lo largo del día.
Ideal para cerrar la temporada.