Hace cinco años, AENA anunció su intención de implementar torres de control remotas en los Aeropuertos de Menorca y Vigo. Si bien han desechado la primera opción, se mantienen firmes en lo que respecta al aeródromo gallego, una opción sobre la que alerta la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA).

Desde el sindicato denuncian que el proyecto “puede suponer una grave degradación del servicio, limitando la operatividad de vuelos esenciales y comprometiendo el futuro de la instalación”.

Los controladores aéreos afirman que, según la información técnica disponible, el sistema remoto propuesto presenta deficiencias en la detección visual de aeronaves de pequeño tamaño y en condiciones meteorológicas específicas. Esta limitación conllevaría la imposición de restricciones horarias que impedirían la simultaneidad de vuelos visuales (VFR) e instrumentales (IFR), aseveran.

Si bien recalcan que este tipo de restricciones afectarán especialmente a vuelos relacionados con servicios sanitarios, de extinción de incendios o salvamento marítimo, aunque también pueden provocar retrasos en las operaciones regulares, afectando negativamente tanto a las compañías aéreas como a los pasajeros. "Cuesta comprender que una empresa como AENA, referencia internacional en gestión aeroportuaria, impulse un proyecto que reduce las capacidades operativas de un aeropuerto cuando ya existe una torre física plenamente funcional que permite la gestión simultánea sin restricciones", comentan.

Añaden que ha trasladado su preocupación a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), AENA, la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) y el sindicato SEPLA, solicitando la revisión del proyecto."USCA no se opondrá nunca a los avances tecnológicos que supongan mejoras en la calidad del servicio, pero sí a aquellas modificaciones que, disfrazadas de modernización, se aplican sin los estándares mínimos de calidad y seguridad que merecen tanto los profesionales como los ciudadanos", concluyen.