El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminó el jueves que las aerolíneas deben probar que informaron a los clientes con al menos dos semanas de antelación ante la cancelación de un vuelo para evitar el pago de compensaciones que establece el reglamento de la UE para estos casos. 

Esto debe cumplirse aún cuando el billete haya sido adquirido a través de una agencia de viajes intermediaria. 

Esta decisión del tribunal llega en respuesta a una denuncia interpuesta por un pasajero que reservó un vuelo de ida y vuelta con la compañía SLS con inicio el 14 de noviembre. 

La aerolínea informó a la agencia de viajes de que el viaje se había cancelado, sin embargo esta no lo comunicó al cliente final hasta el 4 de noviembre. Por ello, la empresa aérea se negó a pagar la compensación de 600 euros. 

Por su parte, la agencia de viajes negó su responsabilidad argumentando que su responsabilidad solo se limitaba a celebrar contratos entre pasajeros y transportistas y que en atería de cambios de horarios y derivados no tiene competencias. Además, señalo que en el expediente de reserva de cada pasajero se incluye el correo electrónico para las comunicaciones.

 La disputa no acaba aquí. El transportista puede recurrir a tribunales nacionales con el fin de reclamar una compensación a terceros por incumplimiento de responsabilidades.