Los aeropuertos ya no son meros lugares de tránsito. Cada día es más importante la variedad de servicios y entretenimientos que albergan en su interior. Y no sólo eso, sino también su diseño o cuán bonitos son.

De hecho, ya existen publicaciones que destacan la belleza de algunos aeródromos, como es el caso del libro The Art of The Airport , que destacó a los aeropuertos españoles de Madrid-Barajas y Lleida-Alguaire como los más bonitos del mundo.

Ahora le llega al turno al Aeropuerto Internacional de Ciudad de México, transitado por más de 38,4 millones de pasajeros en 2015, año en que fue declarado como saturado. Su proyecto de remodelación está en manos del arquitecto internacional más reconocido, Norman Foster, responsable de Aeropuerto Internacional de Hong Kong o el Millennium Bridge y el Estadio de Wembley de Londres. 

El nuevo aeropuerto, estará ubicado a a 14 kilómetros del centro de la Ciudad de México y a 10 kilómetros del actual aeropuerto y se caracterizará por su diseño moderno e innovador.  En su primera etapa (está previsto que entre en funcionamiento en 2020) tendrá capacidad para 68 millones de pasajeros, mientras que en su desarrollo final (2060) podrá doblar esta cifra hasta alcanzar los 120 millones. 

En definitiva, un proyecto monumental que puede impulsar la industria turística de un país que viene batiendo todos sus récords en recepción de viajeros internacionales y cuyos desplazamientos internos también están en ascenso.