La población mundial de guepardos sigue disminuyendo, tal es así que en África conviven, solamente, 7.000 ejemplares de estos felinos, la mitad que hace 40 años. El descenso está motivado por diferentes casusas, como la pérdida de sus hábitats naturales, la falta de presas, la caza furtiva o la acción del ser humano, así se desprende del estudio elaborado por Femke Broekhuis, investigadora asociada sénior de la Universidad de Oxford (Reino Unido).

Según detalla el informe, la Reserva Nacional de Masái Mara, ubicada en el área de vida silvestre del Masái Mara (Kenia), alberga una de las mayores poblaciones de guepardos, sin embargo, es una región poderosamente amenazada por los humanos, debido a su atractivo turístico. Tal es así, que en temporada alta, el espacio recibe a cerca de 2.700 personas al día, para quienes se reserva un área de 2.600 kilómetros cuadrados (equivalente a una décima parte de Bélgica) para realizar fotografías.  

Además, en esta reserva, a excepción de la zona denominada Triángulo de Mara, no se limita la entrada diaria de turistas, tampoco el número de vehículos, por lo que es frecuente observar hasta 30 coches en un avistamiento de depredadores. A su vez, los alojamientos turísticos siguen creciendo en la región, especialmente a orillas de los ríos, un enclave esencial para elefantes, leopardos o aves rapiña. En las áreas de conservación de vida silvestre de Masái Mara, sin embargo, no ocurre esto, ya que el número de turistas está limitado al número de camas de los alojamientos, así como el número de vehículos en los avistamientos se reduce a cinco.

Suscripción

De hecho, según revela el estudio, una población de guepardos requiere de un hábitat contiguo de 4.000 a 8.000 kilómetros cuadrados, extensión que pocas áreas protegidas del continente negro albergan. Al mismo tiempo, se cree que la mayoría de los ejemplares a nivel mundial, aproximadamente un 77%, convive fuera de estas áreas protegidas y, además, huyen de la perturbación humana.

La incidencia turística

Tras su investigación, Broekhuis deduce que la preservación de esta especie requiere del reclutamiento de crías sanas. En este sentido, las hembras suelen tener camadas de entre uno y seis cachorros, sin embargo, pocos llegan a la edad adulta, entre el 5 y 28%, debido al abandono, la mala salud o los incendios. A su vez, la investigadora ha descubierto que el turismo también juega un dramático papel en este asunto, ya que “las hembras en áreas con muchos turistas criaron un promedio de un cachorro”, en comparación con aquellas que viven en zonas no tan frecuentadas pos los foráneos.  

En este sentido, Broekhuis considera que es probable que los turistas tengan un efecto indirecto en la supervivencia de estas crías, que puede deberse a diferentes factores: el cambio de comportamiento en los guepardos, el incremento del estrés cuando los foráneos se acercan demasiado, la presencia de numerosos vehículos, el ruido o la exposición a un público numeroso.

Medidas preventivas

Broekhuis propone una serie de medidas para evitar que el turismo afecte a las poblaciones de guepardos, entre las que se encuentran:

  • La prohibición de vehículos en las proximidades de una guarida de guepardos.
  • Una distancia de 30 metros entre los vehículos y los guepardos avistados.
  • Asegurar que los coches no separan a las crías de sus madres.
  • Garantizar que los niveles de ruido en los avistamientos sean mínimos.

Al mismo tiempo, la investigadora destaca la parte positiva del turismo en la zona: la económica, que permitiría la creación y mantenimiento de áreas protegidas como las de conservación de vida silvestre.