Una avalancha de nieve sepultó ayer sobre las diez de la mañana a varios esquiadores en la estación de Tignes, ubicada en los Alpes franceses. En el momento en el que se produjo el corrimiento había cientos de personas en la pista. 

A pesar de la gravedad del incidente, no hubo víctimas mortales y los afectados pudieron ser evacuados inmediatamente por un equipo de rescate formado por unos cuarenta gendarmes del pelotón de alta montaña de Bourg-Saint Maurice. 

Durante los últimos días las condiciones atmosféricas en la zona no habían sido buenas. Las intensas nevadas habían elevado el riesgo de aludes a 4 sobre 5. 

En febrero cuatro esquiadores murieron en la pista de Tovière, perteneciente a la misma estación. El riesgo en esa ocasión era de 3 sobre 5.