Una vez más, las costas de Galicia se ven seriamente afectadas por un desastre medioambiental provocado por el transporte marítimo de mercancías, como ya sucediera en 2002 con el vertido de petróleo del Prestige. Las rías y playas gallegas han quedado invadidas por una marea de microplásticos formada por millones de pequeñas bolas (pellets) de este material, vertidas al mar en aguas de Portugal tras la pérdida de seis containers por parte del buque portacontenedores Toconao.

Según publica El Confidencial, ya son decenas los municipios afectados por estas bolitas de resina blanca de menos de cinco milímetros de tamaño, empleadas para fabricar productos de plástico. La Xunta de Galicia ha informado de que esta marea contaminante ha llegado ya a las rías de Vigo, Pontevedra, Arousa, Muros y Noia, así como a las playas de la zona de A Coruña y Ferrol.

El objetivo ahora es intentar interceptar y recoger los sacos de 25 kilos de pellets vertidos al mar antes de que lleguen a la costa y se acaben rompiendo al chocar contra las rocas. La vicepresidenta segunda y conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda de Galicia, Ángeles Vázquez, y el conselleiro de Mar, Alfonso Villares, se han reunido este domingo con Guardacostas de Galicia, técnicos de Medio Ambiente y personal de Intecmar para realizar el seguimiento de la limpieza y han pedido “calma” para analizar la situación, además de demandar más información al Gobierno central.