Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha confirmado la presencia del mineral cancerígeno amianto en la pintura de los bajos de 38 de los 109 vagones examinados. El pasado mes de febrero, Metro de Madrid reconoció la presencia de asbesto, variedad impura del amianto, en los trenes CAF Serie 5000 y 2000, de entre 35 y 40 años. No obstante, la compañía barcelonesa ha insistido en que no implica riesgos para la salud de los trabajadores y pasajeros. 

Según ha informado El Periódico, esta sustancia se encuentra en la pintura bituminosa antirruido que cubre la parte inferior del chasis de los vagones de las series 2000, 3000 y 4000, que forman parte de las líneas 1 y 3 (roja y verde, respectivamente). En total, se ha detectado en 38 vagones de 109, aunque aún quedan por analizar otro centenar de convoyes. De hecho, se estima que 210 vagones pueden estar afectados. 

El consejero delegado de TMB, Enric Cañas, manifestó que los trenes con la pintura contaminada seguirán operando con normalidad los próximos tres años, aunque se realizarán marcas en los vagones para que no se efectúe en ellos ninguna obra de mantenimiento que pueda ocasionar el desprendimiento del mineral. A posteriori, se procederá a la sustitución de los mismos por otros de nueva fabricación, ya que la compra de nuevos trenes estaba prevista. 

A su vez, no se ha detectado presencia de amianto en el aire de las estaciones y pasillos del metro del Barcelona, por lo que, desde TMB, aseguran que los pasajeros y trabajadores pueden estar tranquilos. "La pintura que contiene amianto es muy espesa y actúa como aislante. Para que se desprendan trozos y por tanto pueda contaminar tiene que haber una voluntad de romperla", explicó al respecto Miquel Mira, médico y responsable de Salud de TMB. 

Desde la compañía aseguran que ningún trabajador ha sido contaminado por este mineral. En la actualidad, tan solo existe una demanda contra la entidad que relaciona la aparición de un tumor con al amianto, la cual está pendiente de confirmación por la justicia. Aún así, TMB ha confesado que los 185 trabajadores del metro forman parte de un programa de vigilancia médica, así como otros 89 empleados ya jubilados.