Los tripulantes de cabina de Ryanair, más de 4.000, han convocado paros para los próximos días 25 y 26 de julio, para solicitar que la aerolínea "se ajuste a la legislación de cada país en el que opera", así como para que aplique las mismas condiciones laborales a todo el colectivo, tanto a los tripulantes contratados por la compañía como por las agencias de trabajo temporal. La huelga será secundada por los auxiliares de vuelo de España, Portugal, Italia y Bélgica.

Una de las principales denuncias que realizan los auxiliares de vuelo de la ‘low-cost’ es que están obligados a tributar en Irlanda. Esgrimen que esta situación les supone muchos problemas a la hora de solicitar una hipoteca en el país donde residen o trabajan, puesto que los bancos ponen pegas por tener la nómina domiciliada en los irlandeses. No obstante, fuentes de la banca consultadas por Tourinews explican que no es de obligado cumplimiento tener domiciliada la nómina en el banco para recibir un préstamo.

Por otra parte, los tripulantes explican que en España, por ejemplo, no pueden disponer de una tarjeta sanitaria teniendo que acceder al sistema de sanidad como pacientes desplazados. Otra de las críticas es la ausencia de un salario base o el cobro relacionado con las horas de vuelo.

En el siguiente cartel, difundido por los colectivos de tripulantes, se recogen algunas de sus reivindicaciones:

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Reivindicaciones de los tripulantes de cabina de Ryanair que secundarán la huelga del 25 y 26 de julio

Versión de Ryanair

La compañía, por su parte, ha querido desmentir la versión de los tripulantes de cabina, alegando que estos profesionales cobran hasta 40.000 euros anuales “más del doble que el salario mínimo”. Así como que libran “tres días cada cinco días, lo equivalente a un puente cada semana y por encima del mínimo exigido por ley”.

A su vez, determina que los tripulantes “no pueden volar más de 900 horas al año. Tienen derecho a baja por enfermedad y permisos remunerados”. La aerolínea también repara en que los tripulantes de cabina reciben incentivos del 10% por “las ventas a bordo y se les hace un contrato indefinido tras dos años en la compañía”.

Suscripción

Pagar por trabajar

No es el único problema al que Ryanair ha tenido que hacer frente. A los paros se suma la publicación de los requisitos que la ‘low-cost’ imponía a sus aspirantes a auxiliares de vuelo. 

Según ha informado El Confidencial, los futuros auxiliares de vuelo debían pagar 3.200 euros para recibir un curso formativo de cinco semanas, así como costearse la estancia en un centro habilitado por la ‘low-cost’ y la comida. Los aspirantes también realizarían una semana gratis de prácticas, mientras que la aerolínea solo se haría cargo de los gastos del vuelo. En definitiva, estos aspirantes abonarían cerca de 4.000 euros por trabajar en la aerolínea, donde pasarían a cobrar entre 1.000 y 1.200 euros al mes.  

No obstante, la compañía irlandesa eliminó estos requisitos hace tres meses, debido a que la demanda no era suficiente como para cubrir todas las plazas del curso. En la actualidad, Ryanair se encarga de los gastos del ciclo formativo y abona 28 euros al día a quienes asistan al mismo, también presta a los aspirantes 700 euros para que puedan costearse la estancia y comida.

Despidos

Al mismo tiempo, la empresa ha sido criticada duramente debido al despido de cuatro tripulantes de cabina que se negaron a volar tras considerar que superaban el número máximo de horas de vuelo permitidas por ley.

Según informó el diario Expansión, el pasado 8 de julio, estos trabajadores con base en Mallorca, debían operar cuatro vuelos de ida y vuelta entre Palma y Madrid más un enlace con un vuelo hacia Colonia (Alemania) con vuelta definitiva a la isla mallorquina. Unas operaciones que sumaban un total de 12 horas que podían extenderse hasta 15.

Ante la cantidad de horas, los empleados alertaron al comandante de que estaban al límite de facultades psicofísicas. Ante esta situación, desde Ryanair decidieron que dormirían en un hotel de Colonia y desde allí tendrían que ir a la sede de la línea aérea en Dublín (Irlanda) para afrontar un proceso disciplinario que se celebró el pasado viernes. El sindicato Sitcpla denuncia que se les ha despedido por negarse a volar superando el número máximo de horas permitidas, mientras que desde Ryanair comunican a Tourinews que "fueron despedidos por no cumplir con sus labores" y que la negativa a volar "tuvo lugar sin que se dieran largas horas de vuelo o fatiga".