Para hacer frente a unas compañías ‘low cost’ que cada vez ganan mayor cuota de mercado, las aerolíneas tradicionales están optando por opciones intermedias para poder competir.

Así, la holandesa KLM, plantea Boost, la empresa bajo la que operará vuelos de larga distancia a “lower cost”. Un modelo que según Pieter Elbers, presidente de KLM, supone precios más bajos que los actuales pero no la convierten en una ‘low cost’. Ha asegurado que están experimentando con precios más bajos pero que no son “como Norwegian”, ni como Level (del Grupo IAG).

Entre los destinos que barajan para implementar esta nueva modalidad se encuentran “algunos como Kuala Lumpur o Bangkok, e incluso América”.

Además, afirma que las aerolíneas tradicionales quedan fuera del mercado de bajo coste europeo que pero que no piensan hacer lo mismo con los vuelos de largo radio: “Hace 20 años no creímos que ese negocio sobreviviría y hoy son los más grandes. No cometeremos el mismo error de nuevo”.

El responsable de la entidad neerlandesa ha reseñado que tras una fase de consolidación que “empezó con fusión de KLM y Air France”, llega el momento para la expansión y ha mostrado un interés de incrementar sus rutas hacia España, donde en 2016 abrieron 16 nuevos destinos y en este estrenarán 12 ó 14.