El touroperador de capital germano-egipcio está diversificando su oferta a la búsqueda de mercados emergentes que puedan hacer frente a la caída de la demanda en Egipto y Túnez.

Así, tras hacer fuertes inversiones en destinos emergentes como Omán, Marruecos o Emiratos Árabes, además de destinos consolidados como España, está dirigiendo su vista hacia Bulgaria.

La Costa del Mar Negro está atrayendo a nuevos turistas europeos ávidos de playa por lo que FTI está aumentando su capacidad en los hoteles de esta región como el Chrisantema y el Trakia, algunos de los más vendidos durante la pasada temporada de verano. Por primera vez en su cartera se incorporan los resorts de tres y cuatro estrellas Burgas Beach, Trakia Plaza y Nessebar Beach.

Además, el operador ha incrementado su capacidad con cinco casas en Sonnenstrand cuya reserva ya está disponible desde junio.