Tras más de tres meses de inactividad, tanto Egipto como Líbano han abierto sus aeropuertos a la llegada de vuelos regulares internacionales. No obstante, cabe recordar que ninguno de los dos países está en la lista de países considerados seguros por la Unión Europea y, por tanto, no se han eliminado las restricciones de viajes.

Tal y como informa fvw, el pasado miércoles, día 1 de julio, aterrizó en El Cairo el primer vuelo extranjero procedente de Túnez y operado por Egyptair. Según ha comunicado la línea aérea, el tráfico aéreo se reanudará de forma gradual, comenzando con más de 20 conexiones, entre las que destacan las que parten de las ciudades alemanas de Berlín, Frankfurt y Múnich. Sin embargo, Egipto es considerado por el Gobierno Federal Alemán como un área de riesgo por Covid-19 por lo que los germanos que quieran pasar sus vacaciones en él, al regresar a casa tendrán que pasar una cuarentena de 14 días o someterse a un test diagnóstico del Covid-19.

Así, la situación aún es complicada para el país de los faraones cuya economía depende en gran medida del turismo y que ha puesto todas sus esperanzas en la reapertura de los aeropuertos para estimular la industria de viajes. Hasta el momento, han registrado 70.000 casos de coronavirus y 1.600 muertes, sin embargo, el número de nuevas infecciones se ha incrementado en las últimas semanas.

Líbano: esperanza en los ciudadanos exiliados

Por su parte, Líbano, un destino turístico más modesto, está trabajando en una reapertura limitada. De hecho, el aeropuerto de la capital sólo opera a un 10% de su capacidad, recibiendo una media entre 2.000 y 3.000 viajeros diarios.

El gobierno libanés tiene puestas las esperanzas en que los ciudadanos exiliados regresen a casa para pasar sus vacaciones de verano.