Nueva Zelanda ha celebrado el mayor concierto del mundo desde la irrupción del coronavirus. Un total de 50.000 personas se reunieron en el estadio deportivo Eden Park (Auckland) —el más grande del país— sin distanciamiento social ni uso de mascarillas, algo completamente inimaginable en tiempos de pandemia.

El concierto de la banda de rock Six60 ha sido considerado por la comunidad internacional como una muestra del éxito en el control del virus por parte de Nueva Zelanda, según el diario Travel and Tour World.


 

Una de las asistentes al multitudinario concierto en Auckland, Lucy Clumpas, ha contado que sentir la experiencia y estar rodeada de tanta gente le pareció “algo surrealista”, después de haber vivido confinada durante prácticamente todo el año pasado en Reino Unido. "Es muy importante para nosotros como seres humanos poder reunirnos y cantar las mismas canciones, nos hace sentir que somos parte de algo", ha añadido la joven.

Desde el comienzo de la pandemia, Nueva Zelanda ha perseguido una política de Covid-cero, cerrando sus fronteras y estableciendo un sistema estricto de rastreo y pruebas diagnósticas, registrando un total de 2.623 casos y 26 fallecimientos —en una población cercana a los 5 millones de habitantes—.