Si siempre ha sido cierto que la calidad ambiental se transforma en calidad turística, hoy en día más, debido a la crisis climática que no solo condiciona las temperaturas y microclimas que afectan a los destinos turísticos y a su industria de hospitalidad, sino también a la biodiversidad, los ecosistemas... Influye también en la percepción de los visitantes o turistas que son quienes mantienen los ingresos económicos.

Es evidente que una mayoría de mejoras ambientales o ecológicas benefician a los hoteles, restaurantes y destinos, porque evitan una serie de residuos que conllevan un gasto en la cadena operativa o de producción, por ejemplo la energía, el agua, alimentación, etc.

Todavía recuerdo mi primera publicación, Manual de Mejoras Ecológicas para su Hotel, en la que promocionaba estas prácticas ambientales orientadas a pequeños hoteles u alojamientos, bajo el concepto de mejora ecológica igual a mejora económica (normalmente reducción de gastos).

Recientemente, he leído una noticia sobre un hotel de EEUU en el que han hecho un cambio de césped natural por artificial, para así ahorrar agua y empleos, que si bien tiene una justificación, lo cierto es que no lo veo como una solución duradera. Tanto porque es una instalación de un elemento artificial, sustituyendo lo natural, algo nada ambientalmente o ecológicamente positivo, como porque los clientes de alguna manera comprobarán la gran diferencia (las personas no solo vemos, sino que percibimos con más de un sentido y más en viajes y estancias) y esencialmente porque existe la opción mucho más eficiente de plantar vegetación autóctona o aquella más resistente al estrés hídrico y que con arquitectura de paisaje pueden conseguirse resultados espectaculares.

energias verdes

Energías renovables.

…“regenerar” el entorno natural donde se desarrolla sin duda será una estrategia mucho más rentable que el actual ‘green-washing’.

Vuelvo a retomar mi visión del turismo (empresas y destinos) como un sector que puede y debe “regenerar” el entorno natural donde se desarrolla y sin duda será una estrategia mucho más rentable que el actual green-washing que suele imperar actualmente, pero cada vez más expuesto a ser identificado y con consecuencias muy negativas sobre la reputación. En definitiva, es un compromiso del sector del hospedaje con su entorno natural, llevando a cabo una estrategia clara de compensación, que se transforma en una notable mejora en la calidad ambiental de este entorno y esto conlleva (junto con las demás acciones de mejora ambiental) alcanzar una mayor calidad turística.

Aunque parezca algo poco significante, existen bastantes opciones para implementar pequeñas acciones ambientales, en cuanto a su dimensión e inversión, que con buenos conocimientos en Ecología (también biología y medio ambiente) y en comunicación, se conseguirían resultados más allá de los que normalmente se obtienen y desde luego serán sostenibles en el tiempo, no como las acciones relacionadas esencialmente con maquillaje verde o green make up.

…las acciones de compensación y regeneración ambiental deberían incluir el hinterland y no solo el terreno en propiedad

Es importante recordar que las empresas y destinos turísticos se ubican en un territorio con el que tienen una relación muy estrecha y afectan y son afectadas por el mismo, por lo que es necesario considerar que las acciones de compensación y regeneración ambiental deberían incluir el hinterland y no solo el terreno en propiedad o alquiler o concesión.

También es necesario puntualizar que este tipo de acciones de regeneración implican conseguir una mejor calidad turística y, por supuesto, ser parte de una estrategia de adaptación y mitigación al cambio climático (crisis climática).

 

*Arturo Crosby es editor de Natour magazine.