Finalmente, los pilotos de Ryanair en España han aceptado la propuesta de la aerolínea de reducir un 20% sus sueldos durante cuatro años, a cambio de preservar los puestos de trabajo. Así lo han acordado la sección sindical de Sepla en Ryanair y la dirección de la propia 'low-cost', acuerdo que ha sido ratificado por la mayoría de pilotos representados por el sindicato.
Tal y como reseña Sepla en un comunicado, los pilotos han accedido a una rebaja del 20% sobre sus sueldos base durante los próximos dos años. A partir de entonces, comenzarán a recuperar sus salarios de forma progresiva hasta llegar al 100%, una vez se cumplan los cuatro años. Ryanair, por su parte, deberá mantener todos los empleos, es decir no podrá acometer despidos. También se comprometió a continuar con las negociaciones para llegar a un acuerdo de convenio colectivo.
Por otro lado, el texto refrendado por los pilotos señala que la aerolínea utilizará los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), de tal forma que se distribuya el trabajo existente de forma equitativa entre toda la plantilla. Más del 80% de los pilotos que participaron en la votación lo hicieron a favor de estas medidas. A este respecto, el sindicato puso de relieve que el acuerdo busca garantizar la supervivencia de el bajo coste en la "peor crisis de la historia de la aviación".
Acuerdos en UK y Alemania
Cabe destacar que Ryanair alcanzó este mismo acuerdo, que no deja de ser un plan de adaptación a la crisis sanitaria, con sus pilotos de Reino Unido y Alemania. A finales de julio, desde la compañía apuntaron que, en España, 'sobraban' unos 600 empleados de vuelo debido a la reducción de la demanda, que solo generaba actividad para 1.500 de sus 2.100 trabajadores. Entonces, la 'low-cost' descartó los despidos y manifestó sus intenciones de distribuir la actividad existente entre los empleados.
El acuerdo alcanzado, a su vez, supone una grata noticia por la aerolínea. Y es que recientemente, el Ministerio de Trabajo declaró nulo el ERTE solicitado por el bajo coste para los trabajadores de sus bases de Canarias (Gran Canaria, Lanzarote y Tenerife) y Girona, a los que despidió en enero y se vio obligada a readmitir en abril tras una sentencia de la Audiencia Nacional.
