Aunque podría ser perfectamente una escena de película, en esta ocasión es una terrible realidad. Ocurrió en Georgia (antigua Unión Soviética), en la estación de esquí de Gudauri. El telesilla que habitualmente lleva a los turistas para disfrutar de un descenso esquiando, sufrió una avería y empezó a funcionar a gran velocidad, totalmente descontrolado.

Durante unos largos minutos y ante el desconcierto de los turistas, la infernal máquina iba tirando por los aires a los que estaban en las sillas. La nieve amortigüó la caída pero, de igual manera, hasta ocho personas resultaron heridas, dos de las cuales se encuentran en estado grave. Algunos, alertados por los que ya habían caído, se lanzaron a la nieve antes de ser arrojados por la inercia de la máquina.

El ministro de Sanidad, David Sergeenko, ha confirmado que se ha ingresado en un centro médico a un paciente ucraniano con una fractura abierta y una herida en la cabeza. El otro herido grave es una mujer sueca embarazada que fue hospitalizada con un fuerte dolor en la cintura. Según ha informado la prensa del país, el telesilla había pasado la revisión correctamente.