La patronal hotelera de la Comunidad Valenciana, Hosbec, se ha mostrado una vez más muy crítica con el programa de turismo social del Instituto de Mayores y Servicios Sociales, conocido popularmente como ‘los viajes del Imserso’. Los empresarios valencianos denuncian la “irrelevancia manifiesta” de los criterios de adjudicación del concurso y que el único lote “mimado” ha sido el número 3, correspondiente al programa de turismo cultural y de naturaleza.

Para Hosbec, el objetivo de todos los posibles adjudicatarios va a ser el programa de turismo cultural y de naturaleza, el “único que ha sido mimado” por los responsables del Imserso, ya que crece en presupuesto y plazas, a diferencia del resto.

Este tercer lote, insiste la patronal, es el que más beneficio económico puede aportar a la empresa que resulte adjudicataria y el que mejores condiciones ofrece a los hoteleros participantes, debido a que algunos hoteles perciben retribuciones por encima de los 40 euros por persona y día, “dejando además libre el fin de semana, que puede ser explotado a clientes directos y online a un precio muy superior”.
 

Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 | Foto: Moncloa

Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 | Foto: Moncloa

En opinión de los empresarios que forman parte de Hosbec, este sería el modelo de “modernidad y sostenibilidad” que se debe plantear para todo el programa y no solo para uno de los lotes. “Es el ejemplo de que las cosas se pueden hacer mejor, solo hace falta voluntad”, afean.

“Los patitos feos para el Imserso”


La patronal valenciana lamenta que “en el lado del ostracismo” están los lotes 1 (Costa Peninsular) y 2 (Islas), que son “los patitos feos para el Imserso”, pues no se ha incrementado “ni un euro” su financiación pública ni las plazas disponibles. Esta situación se suma al incesante aumento de costes de transporte, hoteleros y de servicio, que hace que sean dos lotes “deficitarios y que cueste mucho esfuerzo sacar adelante”.

Además, la actual redacción limita al 15% la rebaja máxima del presupuesto de ejecución, por lo que todos los posibles adjudicatarios “se van a quedar en este límite sin que la oferta económica vaya a ser relevante en esta ocasión”. A su juicio, rebajarlo sería una “imprudencia” porque se penalizaría todavía más la participación de empresas en el programa.